La Revolución Francesa
De mediados a finales del siglo XVIII, la monarquía francesa había hundido al país en el más profundo caos. Las arcas del Estado estaban vacías luego del despilfarro monárquico de décadas anteriores. La Guerra de los Siete Años, la participación francesa en la guerra de independencia del naciente Estados Unidos y la opulencia desmedida de la corte, habían dejado a Francia en banca rota. La vida en la corte estaba caracterizada por la gula y la extravagancia. Era un chiquero disimulado con extracto francés que devoraba en un día lo que miles de campesinos/as en meses, ya no era posible disimular la hambruna generalizada. La población francesa crecía y al estar erradicadas enfermedades como la peste negra, nacían más de los que morían. No había suficiente comida para salvar a las mayorías populares de morir por inanición.
En 1789 Francia sufrió uno de los inviernos más crudos de su historia y la inflación incontrolable elevó exponencialmente el precio de la harina. El pan era el alimento principal de las masas y una rebanada podía costar el sueldo de un mes. El país fue fagocitado por el hambre y la rabia, Francia se encaminaba al desastre.
Ante el inminente derrumbe, Luis XVI decidió convocar a los Estados generales. El 20/06 el tercer Estado se rebeló y constituyó una nueva Asamblea Nacional. El rey, en un intento desesperado para evitar la revolución, mandó a 30.000 soldados para reprimir la revuelta popular. Lejos de retroceder, el pueblo parisino formó la Guardia Nacional para enfrentar a las tropas reales. El 14/07 los revolucionarios provistos de fusiles que habían robado de las armerías de la ciudad, decidieron pasar a la acción. Se identificaron entre ellos con los colores rojo, blanco y azul (rojo y azul por los colores de París y el blanco que simboliza a la Casa de los Borbones) y decidieron tomar el símbolo del despotismo monárquico de la ciudad: La Bastilla. Los revolucionarios lograron vencer a los defensores de la fortaleza y decapitaron al director. El concepto de “la violencia es la partera de toda sociedad vieja preñada de una nueva”, había nacido. Nadie pudo prever las consecuencias del nuevo concepto.
La destrucción de la Bastilla fue en realidad la destrucción del feudalismo y el desmantelamiento del viejo régimen, la revolución demostró ser un hecho imparable. La Asamblea Nacional, el nuevo poder en Francia, emitió la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano en donde las distinciones de clase fueron abolidas. La estructura social cambió radicalmente: nació la igualdad de derechos, la igualdad ante la ley y la libertad de prensa.
Marat fundó el periódico “El amigo de la gente”. El diario de tendencia ultra-radical tuvo un papel decisivo en el devenir de la revolución. Marat era un médico insatisfecho que canalizó su rabia en las páginas de su diario. Odiaba a la monarquía y a través de sus escritos arengó al pueblo para que la aniquilara. Las cabezas pronto comenzarían a rodar sin cesar por París y en toda Francia.
La familia real fue desalojada del Palacio de Versalles y llevada a París y fue sometida un cautiverio disimulado. En mayo de 1791 Francia era regida por una monarquía constitucional en donde el rey debió compartir el poder con la Asamblea Nacional. Luis XVI y la familia real decidieron escapar hacia Austria para solicitar ayuda y poder recuperar el poder absoluto. No llegaron a destino, fueron capturados y arrestados. El soberano fue tildado de traidor y la monarquía constitucional dejó de existir, el poder absoluto quedó en manos de la Asamblea Nacional.
Hizo su aparición la guillotina para terminar con los enemigos de la revolución.
En abril de 1792 la Asamblea Nacional le declaró la guerra a Austria de forma preventiva, para evitar que la potencia vecina apoye al depuesto soberano a recuperar su trono. Robespierre, que fue conocido como “el incorruptible”, no estuvo de acuerdo con esa decisión.
La guerra contra Austria radicalizó a la población y a los integrantes de la Asamblea Nacional, especialmente a Robespierre. En agosto de 1792 los jacobinos liderados por “el incorruptible” se enfrentaron a los moderados de la asamblea, los girondinos. Los ciudadanos comunes pasaron a ser conocidos como los “sans culottes” y tomaron el control de la ciudad. La Asamblea Nacional decidió terminar con la anarquía y llenó las cárceles con miles de prisioneros políticos, la revolución entró en una fase de absoluto descontrol. Los sans culottes, influenciados por Marat, entraron a las cárceles y masacraron a curas, aristócratas, ancianos, mujeres, niños y a cualquier sospechoso/a de ser enemigo/a de la revolución. Más de 1500 personas fueron asesinadas en pocos días. Robespierre pensó que para que naciera una nueva república, el rey debía morir. El 21/01/1793 Luis XVI fue ejecutado en la guillotina frente a un enardecido pueblo que lo repudió hasta que la afilada hoja de la “cuchilla nacional” separó su cabeza de su cuerpo. La República Francesa nació de la sangre del decapitado rey.
La revolución entró en su punto álgido, las cabezas no dejaron de rodar ni por un solo día, muy por el contrario, las ejecuciones se incrementaron. El 5/02/1794 Robespierre pensó que a través del aumento del terror, lograrían la construcción de una nueva sociedad basada en la virtud.
Danton y sus partidarios se opusieron, para ellos el terror ya no era de utilidad, dado que la revolución no corría peligro y la guerra contra Austria estaba bien encaminada. Robespierre tomó la oposición de Danton como una amenaza a su poder y mandó ejecutar a su “camarada” revolucionario. Antes de ser decapitado, Danton exclamó: “Lo único que lamento es irme antes que esa rata de Robespierre”. Con sus enemigos decapitados, “el incorruptible” inicia el período conocido como la era del “gran terror”.
Mudo y herido lo llevaron a la cárcel para que aguardara su final: la guillotina. El 27/07/1794 la "cuchilla nacional" decapitó al gran verdugo.
La revolución destruyó a la Europa feudal y cambió para siempre el curso de la civilización occidental. El experimento francés de la democracia ha inspirado al mundo y su revolución fue el modelo de todas las que le sucedieron.