viernes, 30 de abril de 2021

India, el imperio de la desigualdad

 

India, el imperio de la desigualdad


India está viviendo una verdadera catástrofe a causa de masivos contagios de coronavirus. La terrorífica cifra llegó en los últimos días a casi 380.000 casos diarios.



La situación es dramática en el segundo país más poblado del mundo que ya presenta un colapso en su sistema sanitario al aumentar los casos de forma descontrolada. Los muertos por coronavirus superan los 200.000. En la capital del país, Nueva Delhi, ya no hay espacio para cremar a los muertos y se han improvisado crematorios en las calles. Piras funerarias a cielo abierto hacen del paisaje una verdadera postal del infierno.

Las familias de los fallecidos tienen que esperar interminables horas para cremar a sus seres queridos, mientras el número de muertes atribuidas al covid no deja de aumentar.

La segunda ola de la pandemia está siendo devastadora para India, con 1.350 millones de habitantes y que suma cada día más de 380.000 nuevos contagios.

Esta situación es padecida por la mayoría de la población que vive en la pobreza más indigna y miserable, mientras que florecen los nuevos ricos, en una economía que hasta antes de la pandemia crecía entre un 7 y un 8% anual. Pero ese crecimiento económico llegó solo una ínfima minoría de la población. La concentración de la riqueza en India es insultante para la condición humana, de los 1350 millones que habitan el país, solo 1 millón es millonario, conocidos como los “nuevos marajás”. La distribución de la renta es de las más desiguales del plantea, en el país con mayor cantidad de pobres del mundo.



Uno de cada seis habitantes de la India es conocido como “dalit” (intocables), unas 200 millones de personas. La mayoría de los/as “intocables” viven en la pobreza extrema, con menos de un dólar al día, y sufren no sólo desigualdad económica, sino discriminación social. Su estatus en la vida, y sobre todo sus derechos, están predeterminados desde el nacimiento debido al sistema de castas, una antigua forma de opresión y segregación que, a pesar de estar prohibida por la Constitución de la India de 1950, aún sigue vigente. Los “dalit” representan la casta más baja de la sociedad.




Un 48% de la infancia dalit presenta signos de desnutrición y el 72% padece de anemia. Un alto porcentaje no asiste a la escuela o abandona los estudios después de terminar la primaria y sólo una cuarta parte de las niñas que viven en zonas rurales va al colegio. Los niños y niñas pertenecientes a este sector social afrontan habitualmente abuso verbal y físico por parte de sus profesores y compañeros, y además deben lidiar con la pobreza extrema, sabiendo que jamás gozarán de igualdad de oportunidades por el simple hecho de haber nacido como “intocables”.

En casi un 40% de los colegios públicos, los niños dalit deben comer separados del resto de alumnos, y en el 20% no se les permite beber agua de la misma fuente por ser considerados impuros. La discriminación es la causa principal de abandono escolar, casi un 70% de los niños y niñas "intocables" de entre 5 y 15 años abandona sus estudios sin terminarlos y tan solo permanecen en el sistema educativo cerca de 3 años. Por todos estos motivos, la educación no ha sido una prioridad para las comunidades dalit y muchos niños empiezan a trabajar desde los ocho o nueve años para apoyar a sus familias.

Según informes de Naciones Unidas, diariamente siete mujeres dalit son violadas, dos dalit son asesinados, uno es raptado o secuestrado, y se cometen crímenes varios contra 80 personas dalit (uno cada 18 minutos). Un 80% de la población "intocable" vive en áreas rurales y el 65% es pobre según el índice de pobreza multidimensional. Aún hoy, los dalit no tienen oportunidades laborales más allá del trabajo forzoso o la esclavitud y están a merced de las castas dominantes, lo que los mantiene en un círculo de pobreza imposible de superar. La esperanza de vida en este sector social es de 39 años en mujeres y de 43 años en hombres.




En mayo de 2020, en el estado de Uttar Pradesh, el más poblado de India con más de 200 millones de habitantes, el gobierno regional suspendió por tres años todas las leyes de protección de los trabajadores, solo se obliga a los empleadores a pagar los sueldos a sus trabajadores (salarios miserables que no garantizan ni la subsistencia), prohibir la esclavitud y el trabajo infantil.

Las autoridades argumentan que la actividad económica fue "severamente afectada por la cuarentena” y que la solución es apelar a "cierta flexibilidad" para "proteger los empleos existentes”.

Otros cuatros estados copiaron las medidas de Uttar Pradesh, como Gujarat, pulmón industrial del país, Madhya Pradesh, Rayastán y Himachal Pradesh. Todos están dirigidos por el partido de derecha nacionalista hindú del actual primer ministro.

En Gujarat, la jornada de trabajo pasó de ocho a doce horas. En Madhya Pradesh, las empresas de menos de 40 empleados ya no tienen obligación de respetar las normas de seguridad industrial, las nuevas fábricas están exentas de cumplir con las reglas básicas de acceso al baño o en materia de vacaciones, y ya no deben informar al Ministerio de Trabajo en caso de accidente laboral de algunos de sus trabajadores/as.



El nuevo giro ultra neoliberal tiene como pretexto a la pandemia, pero la verdad es otra. La pandemia ha expuesto lo que siempre ocurrió en India. Un país basado en la desigualdad y en donde una ínfima minoría de la población vive como verdaderos marajás a expensas del hambre y la pobreza generalizada de la mayoría de los/as hindúes que en estos momentos están esperando horas junto a los cadáveres de sus familiares muertos por covid para que sean incinerados como simples desechos.



¿Algunos/as siguen pensando que después de esta pandemia la humanidad será mejor?



sábado, 24 de abril de 2021

La militancia a favor de la muerte

 

NecroPROselitismo





Hace ya unos días estamos siendo testigos de lo peor de la política argentina. El conservadurismo oligarca, como en incontables ocasiones a lo largo de nuestra historia, vuelve a hacer política con la muerte.

La segunda ola de la pandemia de COVID está produciendo un desastre sanitario y socioeconómico en nuestro país. El último DNU firmado por el Presidente de la Nación, tuvo por fin evitar la catástrofe, aún así hay en promedio 27.000 contagios diarios y lamentablemente rompimos el récord de fallecidos diarios. Ayer se traspasó la barrera de los 500.

Ante esta situación la Alianza Neoliberal Conservadora, llama a la desobediencia civil y a no acatar el DNU y las restricciones que establece, en particular la suspensión hasta fin de mes de la presencialidad en las escuelas en el AMBA. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, gobernada por el conservadurismo amarillo, no acató dicha restricción y los/as pibes/as siguen concurriendo a los establecimientos educativos con el riesgo que eso conlleva. Los/as chicos/as no se “teletransportan” hacia las escuelas, deben utilizar el transporte público en donde el virus circula a sus anchas. Si un chico/a se contagia de COVID en un colectivo, tren o subte, le puede transmitir el virus a sus compañeros/as, a sus docentes y a su grupo familiar, multiplicando aún más los casos. Es sabido que las mutaciones del virus, que dieron lugar a nuevas cepas, comenzaron a afectar a los/as pibes/as, que no solamente contagian, ahora también se enferman y sus vidas están en serio riesgo.

Desde ya que el aprendizaje presencial es insustituible, hay contenidos que no pueden ser aprendidos virtualmente, pero estamos en una situación inédita y extraordinaria que podría llevar al país a vivir situaciones similares a las de Brasil o India en donde las morgues y los cementerios no llegan a almacenar y a enterrar a los muertos por esta terrible enfermedad que viene asolando al mundo desde diciembre de 2019. El desgobierno porteño que ahora, de forma canallesca y con una clara intencionalidad política, “se preocupa por la educación”, es el mismo que viene boicoteado desde siempre a la educación pública bajando de forma sostenida el presupuesto educativo, dejando que las escuelas públicas se derrumben por falta de mantenimiento, cerrando establecimientos y dejando “oxidar” las netbooks que le permitirían a incontables pibes/as poder continuar con su formación a distancia hasta que se logre bajar los casos, para luego volver a asistir al colegio de forma presencial. Desde que el PRO gobierna la ciudad, no construyó ni una escuela, como así tampoco hospital o centro de salud alguno, por lo que la “rebeldía a la vida” encarada por Rodríguez Larreta, es una muestra inequívoca de su hipocresía, y hará colapsar el sistema público de salud en cualquier momento. De hecho, el sistema privado de salud ya anunció a través de su vocero (Claudio Belocopitt) que la infraestructura de dicho sistema también está al borde del colapso.

Nada le importa a la Alianza Neoliberal Conservadora, si los contagios y fallecimientos diarios llegaran a 50.000 y a 1.000 respectivamente, lo festejarían porque dichas cifras inimaginables y aberrantes (pero no tan lejanas), serían afines a sus intereses políticos. No es otra cosa que lo que yo defino como “necroPROselitismo”.

Es inconcebible e indignante que en este contexto, los apologistas del COVID no tengan ningún tipo de consecuencia jurídica. Desde comenzada la pandemia, allá por marzo de 2020, apelaron a toda clase de bajezas y mentiras, que son esparcidas por el periodismo de guerra ejercido desde los medios hegemónicos de comunicación devenidos en el Ministerio de Propaganda del macrismo. De decir que la vacuna Sputnik V era un veneno pasaron a denunciar la falta de dosis y se opusieron a toda medida que tuviera por fin bajar el índice de contagios con argumentos falaces y disparatados. Siguen repitiendo dislates como: dictadura, soviéticos, comunismo y hasta hay sectores del núcleo duro de la oposición que se atreven aún hoy a negar la existencia del virus.

La referente opositora, Elisa Carrió denunció al presidente “por envenenamiento” en alusión a la vacuna Sputnik V. Cuando se probó a nivel mundial que dicha vacuna es la más efectiva contra el virus (es requerida en todo el mundo), la operadora y auditora del poder real camuflada de legisladora vitalicia, negó que su intención haya sido denunciar al presidente y dijo que pretendió “denunciar a Putin por envenenamiento” haciendo referencia al asesinato por envenenamiento radiactivo (Polonio) de Alexander Litvinenko en Londres en 2006. Algunas teorías le adjudican la muerte a Putin, cosa que jamás fue probada y en tal caso, si Elisa Carrió tiene alguna prueba para aportar respecto de ese hecho, debería presentarse ante la justicia inglesa.

Nadie puede prever hasta donde piensan llegar, en un año electoral quizás piensen en llevar las urnas a los cementerios para que voten los muertos.

La sociedad en su conjunto tiene que tomar conciencia que el necroPROselitismo nos va a llevar a una catástrofe colectiva de la que no tendremos retorno.

La oposición nucleada en la Alianza Neoliberal Conservadora transmite un virus aún más letal que el COVID, el odio.


domingo, 18 de abril de 2021

La historia de la prepotencia porteña

 

La Revolución de 1880 y la federalización de Buenos Aires”



La muerte de Alsina en diciembre de 1877 le dio al mitrismo el poder de influir en la sucesión presidencial, que enfrentó a Carlos Tejedor con Julio Argentino Roca. Las fuerzas porteñas postularán la candidatura de Carlos Tejedor (gobernador de Buenos Aires), que apoyado por Mitre definió su programa separatista al declarar que el Presidente de la República era una especie de “huésped” en Buenos Aires. Tejedor creía que la Constitución era un simple pacto, según su criterio las provincias tenían el derecho a organizar sus propias fuerzas militares y ejercer la policía marítima. Sin lugar a dudas Tejedor buscaba reafirmar la supremacía porteña, como venía ocurriendo desde el principio mismo de nuestra historia. De hecho se burló de la frase de Avellaneda que decía: “Nada hay dentro de la Nación superior a la Nación misma”.



Tejedor se convirtió en el símbolo del separatismo porteño. Ignorando a la propia Constitución, la legislatura bonaerense votó por destinar $50 millones para comprar armas. Tejedor hizo desfilar y practicar tiro a los soldados de Buenos Aires disfrazados de bomberos. El mitrismo rodeó al gobernador rebelde y lo hizo su candidato, junto con un sector de los autonomistas reclutó hombres entre los ganaderos y terratenientes.

La prensa porteña asumió un tono subversivo y instigó abiertamente a defender la ciudad contra la “intromisión provinciana”. El propio presidente Avellaneda fue humillado en la ciudad capital y fue desconocida su autoridad en los hechos más nimios. Cuando el Presidente de la República se dispuso una noche a entrar en un teatro, un agente de policía de la provincia le impidió la entrada. Tejedor premió al día siguiente a dicho agente. Los diputados provinciales del Congreso Nacional estuvieron amedrentados por la arrogancia porteña. Un grupo de legisladores cordobeses que llegó del interior a Retiro, fue recibido por una lluvia de “porotos y harina” que fueron arrojados por algunos niños pertenecientes a las familias prominentes de la ciudad.



El mitrismo había organizado la rebelión porteña contra el gobierno de Avellaneda mediante el establecimiento del “Tiro Nacional”, a efectos de preparar a los jóvenes de la aristocracia porteña en el manejo de las armas y demostrar que eran capaces de enfrentar a toda la Nación.

Las grandes fortunas de las familias de la clase terrateniente y comercial se pusieron a disposición de la causa porteña: Los Casares, los Bullrich, los Cantilo, los Argerich, los Estévez Seguí y los Ramos Mejía, entre otras.

La arrogante y ombliguista ciudad portuaria creía ciegamente en su "derecho divino" para disponer en su propio goce de la renta nacional.

Al mismo tiempo Mitre y Tejedor alentaron en las provincias rebeliones locales para fortificar sus posiciones. Las armas circularon por todo el país. En ese momento entró en escena la figura de Roca, quién fijó su cuartel político general en la provincia de Córdoba,



No había lugar para la negociación y la cuestión de la capital no pudo postergarse ni resolverse por vía pacífica. Los porteños querían la guerra y poner a la Nación de rodillas para convertirse ellos en la Nación.

Los regimientos de rifleros de Tejedor ocuparon el propio Congreso Nacional. A varios diputados del interior se los corrió a latigazos, a otros, autonomistas porteños que apoyaron a Roca, se los acusó de traición a la ciudad que según algunos/as, aún sigue siendo “el centro del universo”.

Avellaneda estaba en un estado de total debilidad, sus frecuentes invocaciones a la paz y el diálogo fueron aprovechas por el mitrismo, que llevó a cabo una simulada maniobra “pacifista” destinada a llevar agua para la causa porteña con el pretexto de la “conciliación nacional”.

La guerra civil era inminente, los gobernadores del interior veían a Roca como jefe de la unidad nacional y a Tejedor como el defensor del separatismo porteño. Gran parte del ejército, en su mayoría gauchos, apoyó a Roca.

El 11/04/1880 se realizaron las elecciones nacionales. Doce provincias se pronunciaron por Roca. Buenos Aires y Corrientes, en manos del mitrismo, votaron por Tejedor. El triunfo contundente de Roca desató la ira porteña al más alto nivel. El mitrismo y Tejedor desconocieron el resultado de las urnas. Se hicieron colectas a fin de adquirir armas para el batallón de Rifleros Porteños. Los soldados porteños recorrieron los comercios pidiendo dinero para comprar armas y vestuario. Los diputados provinciales no podían salir a la calle sin ser agredidos de palabra y físicamente por los grupos de choque mitristas. La pólvora se empezó a oler como un anuncio de la tormenta de fuego que se desataría en breve.

Los porteños no estaban dispuestos a permitir la asunción del presidente electo, Julio Argentino Roca. La situación en Buenos Aires era un caos, los partidarios porteños de Roca se ocultaban, vacilaban, vivían al borde del pánico y el Presidente Avellaneda le habló a sus íntimos de su posible renuncia. Se emplearon toda clase de recursos contra Roca, entre otros, el de enviarle telegramas falsos a Córdoba firmados por sus amigos políticos pidiéndole su renuncia. La presión de toda la provincia sobre los partidos políticos fue brutal ante el peligro de perder el monopolio aduanero que la había enriquecido desde la Revolución de Mayo de 1810. Tejedor planeó la movilización de unos 50.000 hombres agrupados en 22 batallones de infantería y 53 regimientos de caballería. Ante su derrota electoral, el gobernador bonaerense le escribió a un amigo: "Los partidos liberales del interior no ven otra solución que la revolución anticipada. Mi consejo a todos, es ir a las armas, resistir con ellas, o antes de ellas, la fuerza con la fuerza; y si por esto resultase un sacudimiento general la culpa sería de los opresores". La prensa mitrista destrozó a Roca, al que acusó de “raquítico, enano y guaso”. Lo describió como a "un joven que andaba en los ranchos de Córdoba en mangas de camisa, vareando caballos y sacando para comer el cuchillo de la cintura”. Para los porteños era parte de la chusma, el símbolo de la barbarie, rodeado por caudillos de chiripá, con aro en la oreja y masticadores de tabaco. Si triunfaba, los indios abrirían con sus chuzas las cajas fuertes de los bancos de la ciudad". Su triunfo sería el triunfo de los “mulatitos” de las provincias. Los pasquines mitristras también describieron al Presidente Avellaneda como a “un miserable, infame y traidor”. Desde su nacimiento, el diario La Nación es la “tribuna de la doctrina” del centralismo porteño contra el país. El desenfreno editorial, en las horas decisivas, resulta muy útil para comprender al mitrismo: "Basta de presidentes provincianos; será un porteño o iremos a la guerra civil", decía en un editorial del mes de julio de 1880.



El 2 de junio, en horas de la madrugada, un batallón porteño se dirigió hacia la Boca para proteger un desembarco de armas procedente de Montevideo. Eran 5.000 fusiles Schneider y 500.000 cartuchos. El gobierno tuvo conocimiento de ese propósito y envió un batallón del 1º de línea para impedirlo. Tejedor movilizó más fuerzas porteñas, y con la policía y los bomberos de auxiliares, se dispuso a enfrentar las fuerzas nacionales. La pequeña fuerza de Avellaneda se retiró ante la superioridad numérica de los rebeldes porteños. Las armas fueron desembarcadas y conducidas a la Casa de Gobierno de la provincia.

Desafiada así la autoridad nacional, Avellaneda tomó la decisión de abandonar la capital e instaló su gobierno en el actual barrio de Belgrano. Dictó un decreto designando a ese municipio “capital provisoria de la República” y movilizó el Ejército Nacional. La última guerra civil de nuestra historia había comenzado.

Desde Rosario, Roca dirigió todas las operaciones militares de las fuerzas nacionales. Buenos Aires vivió por esos días un caos, los porteños estuvieron dispuestos a arrasar con cada centímetro del suelo patrio con tal de afianzar su dominio.

El diario porteño “La Patria Argentina” tituló en su edición extra del 2 de junio: “¡ A las armas! ¡Viva Buenos Aires!”. Tejedor declaró el estado de sitio en toda la provincia y creó el Ministerio de Milicias designando titular al general Gainza. El 19 de junio organizó la Legión Italiana. El gobierno nacional exiliado en Belgrano respondió declarando rebeldes a todos los ciudadanos que obedeciesen la orden de movilización de Tejedor.

El 22 se nombra a Mitre comandante en jefe de la Capital, único reducto del separatismo. Los combates se libraron en Barracas, Puente Alsina, Los Corrales y Plaza Constitución, casi en el centro de la Capital. En las acciones participaron por ambas partes 20.000 hombres, empleándose 80 piezas de artillería, la ciudad estaba cruzada por líneas de trincheras y barricadas.

Pero todo el país estaba resuelto a terminar para siempre con la soberbia portuaria, nunca podría lograrlo. Tejedor y Mitre estaban derrotados desde el primer disparo y eso se plasmó en el resultado de las acciones, más allá de la resistencia y ferocidad de algunos efectivos porteños. Se perdieron más de 3.000 vidas en los combates y los rebeldes porteños fueron derrotados. Las bases del armisticio estableció el desarme de Buenos Aires, la renuncia de Tejedor, la intervención federal en Corrientes y el estado de sitio en el Litoral.



El 24 de julio Avellaneda envió al Congreso un mensaje y un proyecto de ley declarando "Capital de la República al municipio de Buenos Aires". El huevo de la serpiente quedó depositado.

Quedó perfectamente evidenciado que la lucha por la candidatura de Roca estaba íntimamente vinculada a la organización del país. Roca, sin proponérselo se convirtió en el exponente de la corriente federal que siempre había resistido a la hegemonía porteña y ansiaba cobrarse la revancha de la traición de "Injusto" José en Pavón.

La discordia entre la Ciudad de Buenos Aires y el resto del país, incluida la Provincia de Buenos Aires, sobrevivió a los combates de 1880 y aún goza de muy buena salud.



La reforma de la Constitución Nacional de 1994 le otorgó a la eterna Ciudad separatista la autonomía. El Art. 129, establece la autonomía: “La ciudad de Buenos Aires tendrá un régimen de gobierno autónomo, con facultades propias de legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente por el pueblo de la ciudad. Una ley garantizará los intereses del Estado nacional, mientras la ciudad de Buenos Aires sea capital de la Nación”.



Después de 141 años la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sigue siendo el ombligo del mundo conocido como Argentina e intentando poner de rodillas al resto del país, la pandemia ha expuesto esta situación de forma grotesca. Eso quedó plasmado en esa frase, hoy mas vigente que nunca: “Dios está en todos lados pero atiende en Buenos Aires”.



sábado, 3 de abril de 2021

El pueblo iluminado

Los árabes, guardianes y precursores de la cultura occidental



La propaganda occidental capitalista divulgada a través de Hollywood caracteriza al mundo árabe e islámico como bárbaro, brutal, incivilizado y antidemocrático. Estas afirmaciones son falacias que tienen por objetivo la justificación del intervencionismo imperialista que busca la depredación de los recursos naturales en el Medio Oriente, en especial el petróleo.

Desde su surgimiento en el año 622 el islam es sinónimo de tolerancia y progreso. El mejor ejemplo fue el Califato de Córdoba del año 929 liderado por el Califa Abderraman III. Dicho califato sería un nuevo amanecer para Europa que desde la caída del Imperio Romano en el 476 estaba sumida en la oscuridad y el caos. Comenzó en la península ibérica musulmana una época de inigualable esplendor. Se convirtió en “la capital del mundo” con más de 500.000 habitantes y en el lugar que congregó los más grandes científicos, filósofos, astrónomos y matemáticos de la época.



Se realizan obras públicas que convierten a
la ciudad en la más importante de Europa tanto por población como por ser el faro cultural y político de referencia. Es la primera ciudad de la península que tuvo pavimentadas sus calles, alumbrado público nocturno y alcantarillado, algo extraordinario teniendo en cuenta la época.

La tradición del califato se basó en la tolerancia, en el coexistieron sin problemas musulmanes, cristianos y judíos, dándose un rico intercambio cultural. De hecho en el califato no existían privilegios para la aristocracia de origen árabe y a la administración pública podían llegar integrantes de las minorías, como era el caso de los cristianos y judíos.

La ciudad contaba con la biblioteca mas grande de todo el occidente en donde había miles de libros, se creé que mas de 400.000 volúmenes, y obras de arte que se incorporaron a la capital del Califato desde Egipto y Bizancio.



La biblioteca de Córdoba llegó a albergar invaluables manuscritos de medicina, álgebra, geometría, astronomía, filosofía y jurisprudencia. Abderraman III fue amigo de científicos y escritores, apoyó la ciencia y la literatura, subvencionando incluso a los más irreverentes poetas. En la gran biblioteca había un taller de copistas, miniaturistas y encuadernadores. Dos de los más famosos copistas de ese taller fueron mujeres. Una era Fátima, que también ejercía como bibliotecaria, e ideó un brillante sistema para clasificar los manuscritos y la otra fue una esclava del Califa, que se llamaba Lubna, que además fue una gran poeta.

Córdoba fue una urbe populosa, multiplicaba como mínimo por diez el tamaño de capitales como París o Londres. Contó con numerosas escuelas en donde se formaba a niños/as pobres, una extendida red de alcantarillado y un gran número de baños y de bibliotecas, tanto públicas como privadas. En sus incontables mercados se podía conseguir sedas, joyas, perfumes y objetos exóticos y suntuosos, difíciles de encontrar fuera de Córdoba.

La obra más importante de Abdarrahman III fue Medina Azahara, símbolo del poder político del Califa. La parte de la mezquita que mira a la ribera del Guadalquivir es la parte más hermosa y de más rica decoración. El mihrab (lugar más sagrado de la mezquita, hacia donde se dirigen las miradas durante el rezo) y la macsura (punto desde el que el califa asistía a la oración), son arquitectónicamente exquisitos, están adornados con hermosos mosaicos realizados por artesanos procedentes de Bizancio.



En el Califato de Córdoba vivió Abbas ibn Firnas, quién fue el primer ser humano que logró volar. Diseñó una especie de aparato alado, similar a un pájaro, que lo hizo volar por unos instantes sobre Córdoba. Se sabe que Leonardo da Vinci se inspiró en su diseño siglos mas tarde.



Se puede decir que la cirugía nació en el Califato de Córdoba cuando alrededor del año 1000 el doctor Al Zahrawi publicó una enciclopedia ilustrada sobre cirugía que fue utilizada en Europa como referencia durante 500 años. Al Zahrawi fue el descubridor de los puntos de sutura autodisolventes para cerrar las heridas, también fue el primero en practicar una cesárea y el primer forceps.



El álgebra fue desarrollado por los árabes. Sus desarrollos se basaron a partir del conocimiento griego a través de manuscritos. Obtuvieron las obras fundamentales de los grandes matemáticos griegos y las tradujeron al árabe. Por ejemplo, los Elementos de Euclides fueron obtenidos de los bizantinos alrededor del año 800 y la obra astronómica de Plolomeo, el Almagesto, a la cual ellos dieron precisamente ese nombre, en el año 827. Los árabes adquirieron el conocimiento de la ciencia griega a partir de dos fuentes. La mayor parte de ella la aprendieron de los griegos del Imperio bizantino, pero también la adquirieron de los cristianos nestorianos de habla siríaca de Persia oriental. Los cristianos nestorianos tradujeron durante los siglos VI y VII un importante número de obras griegas científicas (sobre todo de lógica y de medicina) al siríaco, que había reemplazado al griego como lengua culta en Asia occidental desde el siglo III. Después de la conquista árabe, los cristianos, judíos y otros súbditos de los califas siguieron trabajando en la traducción de textos del siríaco al árabe. Damasco y Bagdad se convirtieron en los centros de trabajo, y ya en el siglo IX se hacían en Bagdad traducciones directas del griego al árabe. En el siglo X casi todos los textos de la ciencia griega que luego se conocieron en Occidente estaban en árabe.



Fueron los árabes los que introdujeron y mejoraron los símbolos del sistema numérico hindú y la notación posicional. También usaron los irracionales de la misma forma que lo hicieron los hindúes. Afirmaron con toda claridad que las razones de magnitudes, conmensurables o inconmensurables, podían ser llamadas números. Resulta interesante, sin embargo, que aunque ellos conocían el uso de los números negativos y sus reglas de operación, introducidas por los hindúes, aún así los rechazaron.

Bagdad fue la capital de la astronomía y las matemáticas. Allí se desarrolló el álgebra, la geometría y las tablas astronómicas. Notables matemáticos árabes como Al Khwarizmi, Ibn Qurra y el persa musulmán Omar Khayyam fueron los pioneros de la aritmética, las ecuaciones y la trigonometría. Estos desarrollos sirvieron también para la construcción de hermosas e inigualables obras arquitectónicas.




En el año 965 en la actual Basora, Irak, nació Ibn al-Haitham quien descubrió que los seres humanos ven gracias a la luz que reflejan los objetos. Antes de su descubrimiento se creía que el ojo humano era el emisor de luz. Este gran físico árabe también descubrió el fenómeno de la “cámara oscura” que explica como el ojo ve imágenes íntegras a causa de las conexiones entre el nervio óptico y el cerebro.

El islam surgido en el corazón del pueblo árabe iluminó al mundo cuando este estaba en penumbras y lo más probable es que si la humanidad no hubiera contado con la contribución de este maravilloso pueblo, aún seguiría en las sombras de la ignorancia y la barbarie.



Fueron los desarrolladores de cosas maravillosas como la astronomía, la aritmética, la óptica, hábiles inventores que alcanzaron el cielo 1000 años antes que los hermanos Wright y los primeros en preocuparse por el cuidado de la salud. Los hospitales como los conocemos hoy en día se crearon en Egipto durante el siglo IX.

También fueron los inventores de algo que es fundamental a la hora de los encuentros, más aún en nuestro país en donde decir “nos encontramos a tomar un café” es parte de nuestra cultura. El primer café se sirvió en Yemen alrededor del siglo IX. A principio se lo utilizó para ayudar a los devotos musulmanes a mantenerse despiertos durante las noches de devoción, luego la bebida fue llevada a Egipto y en el siglo XIII llegó a Turquía. A nosotros/as llegó luego de que un mercader veneciano lo llevó a Italia en el XVI en donde se empezó a hervir sus semillas y se convirtió en la bebida que hoy conocemos.




Un pueblo que sigue iluminando...













jueves, 1 de abril de 2021

Oscar Ismael Poltronieri, el héroe del Monte Dos Hermanas

 El Prometeo argento que detuvo a los piratas



Oscar Ismael Poltronieri nació el 2/02/1962 en Mercedes, Provincia de Buenos Aires, proviene de una familia “de a caballo”, es uno de los tantos paisanos heroicos paridos en estos pagos.

Laburó en el campo desde purrete, se crio con la sencillez y libertad que caracteriza a nuestra gente. Aprendió a montar a pelo antes que a caminar, a diferenciar los pelajes de los pingos y hacerlos galopar como el viento.

A los 12 años ordeñaba vacas de madrugada, no pudo ir a la escuela, no sabía leer ni escribir, pero la vida le enseñó el valor del honor, la dignidad, la franqueza y la hombría de bien. El levantarse antes que el sol, sentir la escarcha en el agua al lavarse la cara, antes de salir al campo, lo fue moldeando en el inmenso e indomable guerrero en que pronto se convertiría.

Cuando sus padres se separaron se trasladó con su madre a la ciudad de Mercedes, estableciéndose en las cercanías del cementerio, en un barrio de casas humildes y de gente trabajadora, conocido entonces como “La Pampa Chica”. En el nuevo hogar debió transformarse en el hombre de la casa y por unas chirolas tuvo que lustrar zapatos en la plaza de la ciudad frente a la Catedral para ayudar a su vieja a llenar la olla.

A los 13 años decidió partir hacia la ciudad de Roque Pérez para trabajar en la cosecha de maíz. La soledad, el cansancio, el silencio y la sed que provoca esa ardua tarea siguió fortaleciendo su carácter y convirtiendo su piel en una armadura.

De forma sorpresiva estalló la Guerra de Malvinas, Oscar Ismael, que en ese entonces tenía 19 años, fue llamado y sin poder despedirse de su madre, marchó al helado sur para enfrentar al pirata usurpador. Sin saberlo, estaba listo para el combate, su vida entera había sido una “instrucción”.

El soldado conscripto Poltronieri estuvo destinado al Regimiento Número 6 de Infantería Mecanizada “General Viamonte” con asiento en Mercedes (Provincia de Bs. As.) Dicho regimiento se trasladó a las Islas Malvinas en abril de 1982 bajo el mando del Teniente Coronel Jorge Halperin, y relevó al RI 25 en el sector oeste de la posición inicialmente asignada a esta unidad en Puerto Argentino. El Regimiento Número 6 de Mercedes participó de última acción ofensiva terrestre realizada en las islas. En esa acción resultaron condecorados el Mayor Jaimet y el Subteniente Vilgre Lamadrid.



El conscripto Poltronieri estuvo en el combate del Monte Dos Hermanas (Two Sisters) donde él solo cubrió la retirada de sus compañeros con su ametralladora pesada FN MAG de origen belga, calibre 7,62 mm, con la banda de municiones vencidas y a la que el mismo le realizó un mantenimiento improvisado con grasa de oveja. Voluntariamente, Oscar Poltronieri, se ofreció a quedarse a cubrir la retirada de sus camaradas negándose a las insistencias de éstos de que se replegara con ellos. Desde las 6 de la mañana hasta las 3 de la tarde del 11/06/1982 con temperaturas de 17 grados bajo cero de sensación térmica evitó el avance enemigo por monte “Dos Hermanas” diezmando los avances de los invasores piratas con el cañón de su MAG que parecía disparar azufre del mismísimo infierno. Sus compañeros lo dieron por muerto y sin ser capturado reapareció tres días después.


Oscar Ismael recordó: Adelante nuestro estaba el regimiento 4 de Corrientes. Al costado teníamos al Regimiento de Infantería 7 de La Plata. Lo pasábamos todo el día en la trinchera. A veces bajábamos del cerro para matar un par de ovejas, "sancocharlas" así nomas y comerlas. Cuando venía un compañero de curso del teniente que me mandaba a mí, que se llamaba Llambías Pravaz, yo le pedía los binoculares y él me los prestaba. Así vi cómo que desembarcaron los ingleses. Pasaron unos días desde el desembarco hasta que llegaron a donde estábamos nosotros”.

En el Monte Dos Hermanas, en la madrugada del 11/06/1982 (a las 4 de la madrugada, hora argentina) comenzó un intenso fuego naval enemigo sobre las posiciones argentinas. El mismo se prolongó durante todo el día, acompañado por gran actividad aérea y el contraataque de la artillería antiaérea argentina.

Con las primeras luces asomando por el horizonte, el ejército invasor (unos 4.500 hombres de a pie) inició la marcha para dominar las alturas que rodean a Puerto Argentino: Monte Kent, Monte Harriet, Dos Hermanas, Tumbledown y Monte Longdon. El alto mando inglés calculaba que a las tropas argentinas se les habían terminado las raciones frescas el 10 de junio y calculaban que debían estar desmoralizadas.

Quienes sufrieron la peor parte del fuego enemigo fueron las fuerzas argentinas que ocupaban la zona, el BIM5, la Compañía de Ingenieros Anfibios como así también sobre los Regimientos 3 y 7 del Ejército Argentino y Las Secciones de Ametralladoras 12,7 mm de la Infantería de Marina.

Para capturar el Monte Dos Hermanas, una elevación 326 metros de altura que consiste en dos picos redondeados con laderas sumamente agudas y cinco cadenas de rocas, los usurpadores británicos lanzaron un ataque en tres puntas siguiendo planes elaborados por Andrew Whitehead. Eran las compañías X, Y y Z que sufrieron el fuego de la artillería argentina que tronaba sin cesar, retrasando el desplazamiento británico.

Oscar Ismael describió el choque con el enemigo: “Estábamos en el Monte Dos Hermanas, una noche yo estaba de guardia en la posición adelantada y escucho unas voces raras. No eran de los nuestros, no entendía lo que decían. Le aviso al Teniente, que viene con visor nocturno, los tipos estaban a 50 metros”.

Comenzaron a multiplicarse los movimientos de los invasores británicos cerca de Dos Hermanas. Se marcaron los avances de las compañías X, Y y Z, a las 23 horas del 11/06/1982 los invasores atacan el Monte Dos Hermanas (Two Sisters) y los montes Harriet y Longdon. Era la Tercera Brigada de Comandos de Royal Marines sobre las posiciones argentinas. El Comando (batallón) 42 atacó el monte Harriet y el Comando 45 el monte Dos Hermanas. El Comando 40 era de reserva. Las unidades de élite intentaron trepar la colina al grito de guerra de “¡Zulu, Zulu!” pero los ametralladoristas argentinos se lo impidieron.



Oscar Ismael recordó: “Los ingleses venían todos amontonados, tirando tiros por cualquier parte, gritando y tocando el tambor. Un soldado que estaba arriba del monte comenzó a tirarles con su ametralladora (MAG), ahí nos vieron y comenzó el fuego cruzado. A mi lado cayo un compañero con la cara llena de sangre, mientras yo le daba y le daba a la MAG. Ramón, el que había caído al lado mío, era mi compañero de arma. él era MAG Número 2 y yo MAG Número 1. Éramos muy amigos, por eso me dio tanta bronca. Ahí me dije: Si a él lo mataron a mí me van a matar también. ¿Por qué me la voy a salvar?. Entonces tenía que jugarme. Era casi de día, yo tiraba y tiraba, mi abastecedor, el que le ponía las cintas a la MAG, estaba cansado, pero yo seguía y seguía tirando contra los tipos. No se la iban a llevar de arriba”.

Una lluvia de fuego que pareció provenir del mismísimo Prometeo cubrió a los británicos, los proyectiles de 7,62 mm de la MAG, silbaban alrededor de los piratas forzando a las compañías enemigas X, Y y Z a arrojarse cuerpo a tierra sin poderse mover.

La Compañía X del capitán Ian Gardiner encabezó el ataque a Dos Hermanas. A las 23:30, hora local, la Tropa 3 del teniente David Stewart tropezó con una defensa argentina en el afloramiento rocoso y no pudieron continuar con el ataque. Rechazados en sus intentos en desalojar al Tercer Pelotón, la Tropa 2 del teniente Chris Caroe se lanzaron contra el pelotón defensor, pero el ataque se dispersó con la ayuda del fuego de artillería argentina. Durante más de cuatro horas los marines reales de la Compañía X quedaron inmovilizados en las laderas de la montaña. El fuego naval ondeaba hacia atrás y adelante a través de la montaña, pero el Tercer Pelotón de Llambías-Pravaz contuvo a los marines reales.

Los soldados argentinos que defendían las colinas que rodeaban Puerto Argentino fueron un hueso duro de roer. Los piratas recibieron orden de avanzar sea como sea y cuando esos hombres se lanzaron a la carrera, el combate en Dos Hermanas alcanzó su mayor ferocidad, con proyectiles de 105 mm, GPMG, MAW de 84 mm y LAW de 66 mm, volando por todas partes.

Mientras tanto, la Compañía Y, avanzaba por la derecha pero el fuego de morteros la obligó a detenerse, tuvieron numerosas bajas, entre ellas, dos jefes de sección, los tenientes Dunning y Davies, quienes debieron ser reemplazados por los sargentos Davidson y Gracie, respectivamente.

El intercambio de disparos se fue tornando feroz ya que, según Thompson, las posiciones argentinas estaban muy bien protegidas y soportaron los proyectiles británicos que estallaron sobre ellas. Después de cada explosión, las ametralladoras volvían a disparar.

El ataque inglés por el norte de Dos Hermanas comenzó a dar sus frutos, el Subteniente Pérez Grandi que defendía ese sector cayó gravemente herido y, posteriormente, el Subteniente Mosquera, el Capitán López Patterson se hizo cargo de las Secciones y continuó el combate. La situación se tornó confusa debido a las pocas posibilidades de mantener el control en un terreno tan escarpado y de impartir órdenes que llegaran en oportunidad.

El Subteniente Pérez Grandi herido en el campo de combate fue rescatado por el Cabo Urbina, junto con dos soldados, quiénes, cargándolo al hombro, lograron salvarle la vida. El enemigo continuó su avance sobre el sector norte, ante la proximidad del mismo, los morteros ya no podían tirar, y se combatió entre las piedras a distancias muy cortas, prácticamente cuerpo a cuerpo.

La Sección del Subteniente Llambías trataba de frenar con sus disparos al invasor. El combate duró toda la noche, y se rechazaron algunos ataques británicos. Estas fueron las últimas fracciones en replegarse.

Cuando se estaba por quedar sin munición, el Subteniente Llambías ordenó el repliegue de sus soldados, y luego de rechazar dos o tres ataques más y habiendo agotado su munición, inició el repliegue, creyendo ser el último hombre. Más tarde, se comprobó que algunos pocos soldados aislados habían continuado combatiendo desde otras posiciones. Uno de ellos era Poltronieri.

Oscar Ismael recordó: “En un momento parecía que todos los ingleses querían pararme, les jodía mi ametralladora, sentía como pasaban las balas, a las trazadoras se las veía clarito. Atrás de unas piedras estábamos nosotros amontonados, y a la orden de retirada, todos mis compañeros comenzaron a salir de sus posiciones, se fueron replegando hasta que en un momento estoy con mi abastecedor y el ayudante apuntador. Entonces les digo a los pibes: Váyanse, repliéguense, que yo me quedo solo. Ellos no querían, me decían: Negro, vayámonos todos, a vos solo te van a matar, te la van a dar. Yo les contesté: No, váyanse ustedes, tienen familia, amigos, todo. Yo también tengo familia, amigos, pero ellos habrían entendido mi decisión. Por último les dije: ¡Y váyanse de una vez, carajo, después voy a ir yo!.



En tres oportunidades me quedé solo con la ametralladora, dándoles tiempo a los otros a que se replegaran. Los ingleses no podían avanzar, en cuanto levantaban la cabeza yo les sacudía, vi caer a varios. En un momento me junte con un soldado, los ingleses se venían agachaditos. Entonces yo sentí una voz que no era una voz nuestra, era una voz inglesa y el soldado agarró una granada y se fue a tirarla a los ingleses, me dijo: Vos quédate acá. Se adelantó con la granada y se las tiró, pero se la devolvieron antes que explotara y le cayó justito a él y lo tiró para arriba y lo abrió al medio, y me quede solo otra vez. Solamente quedaba cerca de mí un sargento, pero yo sabía que la señora de él, justo ese día había tenido una nena. Le había llegado un telegrama. Le dije entonces al Sargento: Mi sargento, usted tiene un nuevo hijo en el mundo y tiene que verlo. Repliéguese. Déjeme a mi solo. Yo soy soltero y prefiero morir yo antes que usted, me la voy a arreglar, y finalmente lo hice.

El subteniente me decía: Te tenés que replegar Poltronieri, que te van a matar. Pero yo le decía que se fueran ellos. Porque yo sabía que el sargento Echeverría había tenido familia en esos días, entonces insistí: “Váyanse ustedes que tienen hijos, que tienen familia. Yo no tengo a nadie.

A lo lejos veía como peleaba la gente del RI7 de La Plata, en Monte Longdon atrás nuestro cerca de la playa en la noche del 11 al 12 de junio, a 14 kilómetros de Puerto Argentino. Llovían las balas sobre mí, estaba solo. Me repliego y tiro, me repliego y tiro, hasta que llegué al pueblo”.

Los británicos no podían creer que era un único soldado el que los frenaba disparando. Este héroe combatió contra más de mil tropas inglesas de élite. Sus compañeros lo dieron por muerto y sin ser capturado reapareció tres días después en Puerto Argentino.

Después de rechazar la avanzada enemiga, Oscar se desplazó hacia el Monte Longdon, donde ya de noche se encontró con soldados de diversos Regimientos, de Marina y Ejército que estaban combatiendo contra los invasores.

A las 04.30 del 12 de junio, el teniente coronel Whitehead informó a sus superiores que el total de los objetivos en Dos Hermanas estaban asegurados. Declararon los ingleses 8 muertos y 17 heridos en esta batalla. Las verdaderas bajas de los británicos fueron más del triple.

Poltronieri se reencontró con sus camaradas dos días después de que sus compañeros se replegaran y lo dejaran al joven soldado como única cobertura, reapareció en Puerto Argentino sin un solo rasguño.

Oscar recordó: “En Puerto Argentino les pregunto a unos soldados si sabían dónde estaba el RI6, yo quería volver con los míos, Ellos dijeron que habían pasado por ahí y que les dijeron que el punto de reunión del Regimiento era el cementerio. Cuando llego al cementerio ya habían pasado casi dos días, mis compañeros me ven y no lo pueden creer. Ellos pensaban que me habían matado los ingleses. Y yo les dije: ¿Qué? ¡Esos tipos a mi no me matan, me salvé, no me la dieron. Todos empezaron a gritar, a abrazarme, se me tiraron encima, como en la cancha al que hace un Gol.

Luego me levantaron, me llevaron en andas, tenían mucha alegría de verme, después lloré. Luego me enteré que al hacer el parte, me habían dado por muerto o desaparecido, pero el Sargento contó que yo me había quedado en la posición tirando con mi MAG. El Teniente no podía creer que yo hubiera vuelto, me agarró y me dio un abrazo, y me dijo: ¡Poltronieri volviste, estas vivo!. El destino mío era volver y acá estoy.

Por su valor y heroísmo fue condecorado con la Cruz de la Nación Argentina al Heroico Valor en Combate el 4/06/1983.



¡Gloria y honor a los héroes de Malvinas!

¡Las Malvinas fueron, son y serán argentinas!

¡Viva la Patria!