miércoles, 24 de junio de 2020

¿La muerte de la democracia popular en Argentina?


¿La muerte de la democracia popular en Argentina?



La democracia es la forma de gobierno en donde "el pueblo ejerce el poder a través de mecanismos legítimos de participación. En teoría sería el "el gobierno del pueblo", ¿Pero realmente existe hoy en Argentina?
Algunos/as piensan que para exista democracia solo es necesario que el pueblo participe a través del voto universal, igual, secreto, libre y obligatorio para elegir a sus representantes. Pero con el hecho de votar no alcanza. Para que un sistema democrático sea pleno deben estar garantizado el respeto por los derechos humanos y las libertades individuales y colectivas. Debe haber igualdad ante la ley, libertad de expresión, alternancia en el poder, representatividad, división de poderes y apego al Estado de derecho consagrado en la Constitución Nacional
Pero hay algo que no puede estar ausente en un sistema que pretenda ser verdaderamente democrático: La justicia social. 


¿Que es justicia social? 


Es un conjunto de medidas que aseguran la igualdad de oportunidades, el derecho a la vivienda, a la salud, al trabajo y a la educación. Es el Estado el que debe garantizar esos derechos y además debe ser el contrapeso ante las desigualdades sociales y promover políticas de movilidad social ascendente y redistribuir la riqueza desde los sectores concentrados de la economía hacía los sectores más vulnerables de la población. 
Esto solo sucedió en Argentina en 3 etapas: Desde el 4/06/1946 hasta el 16/09/1955, desde el 25/05/1973 hasta la muerte del General Perón, el 1/07/1974 y finalmente desde el 25/05/2003 hasta el 10/12/2015. 
Cuando asumió el General Perón, quién contó con el complemento vital de la Compañera Evita, se produjo una transformación inédita de la realidad argentina. Perón marcó un quiebre, fue un antes y un después en nuestra historia. 
Perón y Evita crearon una democracia popular dándole el protagonismo a las mayorías populares, se reconocieron sus derechos, se crearon medidas para mejorar la calidad de vida de la gran mayoría de los argentinos/as y tantos inmigrantes de todos los rincones del mundo que solo conocían las privaciones y la explotación. 
El General nacionalizó los ferrocarriles y la industria asociada a ellos, los teléfonos e impulsó Gas del Estado. Se realizaron 76.230 obras públicas y se promovió la industrialización para satisfacer la demanda interna y el consumo. Se pusieron en marcha plantas siderúrgicas, refinerías de petróleo, centrales hidroeléctricas, se creó la Comisión Nacional de Energía Atómica y la flota mercante argentina pasó a ser la tercera más importante del mundo mientras que Aerolíneas Argentinas extendía sus alas por primera vez. Todas estas medidas tendientes a poner en marcha un país pujante con un sistema productivo afianzado hizo que el país lograra incrementar significativamente el ingreso de divisas.  




Perón y Evita construyeron 8.000 escuelas, esto permitió que los niveles de analfabetismo que estaban por las nubes se redujeran a tan solo el 3% de la población. Se creó en 1948 la Universidad Obrera Nacional que luego se convertiría en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y el 22/11/1949 a través del decreto 29.337 el presidente Juan Domingo Perón suspendió el cobro de los aranceles universitarios. Un hecho histórico, dado que el carácter gratuito de la universidad pública se ha convertido en uno de los pilares del sistema educativo nacional hasta nuestros días. Miles de hijos e hijas de obreros y obreras se convierten en profesionales. Yo creo que aquí está la garantía de continuidad de la movilidad ascendente en Argentina y lo que aún nos diferencia del resto de los países de la región. En ellos, acceden a la universidad los hijos e hijas de la elite. Así se renueva el constante circulo de dominación porque solo los descendientes de las clases dominantes llegan a puestos claves, tanto en el Estado como en el sector privado. 
Perón y Evita construyeron 500.000 viviendas en 9 años de gobierno que benefició a unas 5 millones de personas. 
El peronismo desde el Estado protegió fundamentalmente a la clase trabajadora creando los tribunales de trabajo para evitar los abusos de la patronal. 
Las conquistas y derechos de los trabajadores/as (incluidos los agrarios), de los jubilado/as y de los niños/as se convirtieron en leyes que permanecen vigentes a pesar de los innumerables intentos de la oligarquía por suprimirlos a través de golpes de estado y de gobiernos civiles títeres. 
Pero hay algo que no se puede dejar de resaltar: Antes de Perón y Evita solo votaba la mitad de la población, las mujeres no tenían derecho al sufragio. Gracias a los grandes emancipadores de nuestra historia moderna, las argentinas pudieron votar, decidir el futuro de la Nación y participar activamente en política. 
La oligarquía no soportó la revolución democrática peronista, maldijo a Evita, la persiguió aún después de su muerte y derrocó al General Perón a través de un golpe militar que lo condenó a un exilio de 17 años. Fue en esta etapa en donde la oligarquía creó el monstruo que aún nos sigue atormentando: La democracia burguesa o dictadura encubierta.


Lenin decía: “La democracia burguesa es un inmenso progreso histórico en comparación con el feudalismo, pero no olviden ni por un solo instante el carácter burgués de esa aparente democracia, su carácter convencional y limitado en el plano histórico, y no olviden que incluso en la república más democrática, y no sólo en las monarquías, el Estado muchas veces termina siendo una máquina para la opresión de una clase por otra". 
Los marxistas creen que la superación de esa dictadura se da a través de otra, la del proletariado, y agregan: “Solo la dictadura del proletariado puede liberar a la humanidad del yugo del capital, de la mentira, de la falsedad y de la hipocresía de la democracia burguesa".
Yo como peronista creo que la solución no pasa por sustituir una dictadura con otra. Además la historia demostró que en el mundo socialista, el poder no estuvo nunca en manos del proletariado y si en los de una oligarquía política y burocrática. Los peronistas creemos que la superación a esa dictadura es a través de la democracia popular.  



Hace poco un amigo me pasó un artículo muy interesante de un historiador mexicano que desconocía, Felipe Echenique, que define a la democracia burguesa “como instrumento político de dominación y sujeción para mantener las cuotas de reproducción social en niveles cada vez más bajos”
La democracia burguesa es una falsa democracia porque que no asegura representatividad popular a través del voto, ya que es una pantalla para disimular que el poder real está en manos de la oligarquía y en donde los poderes del Estado se suelen convertir en engranajes de una maquinaria que defiende los intereses de las clases dominantes. Esta dictadura encubierta le otorga plenas libertades a unos pocos, y para lograrlo debe oprimir a las mayorías populares.
A mi entender, la democracia burguesa empezó en el gobierno de Frondizi y se afianzó en el de Illia. Gobiernos que se sostuvieron amparándose en las medidas sociales del peronismo, al que mantuvieron proscrito, y que fueron verdaderos monigotes de la oligarquía que les impuso sus recetas económicas. Cuando está decidió que sus empleados civiles no tenían más utilidad se acabó la farsa de la “democracia escenográfica” y se volv a la tradicional dictadura cívico-militar



Luego de la asunción de Cámpora se produjo el segundo intento de instauración de una democracia popular

Cuando el General Perón se volvió a hacer cargo del poder intentó la implementación del Plan Trienal para la Reconstrucción y la Liberación Nacional. El programa expresaba una política de concertación entre los trabajadores organizados, el Estado y los empresarios, que buscaba mejorar la calidad de vida de los sectores populares y se proponía “que el dinamismo de la economía se vaya trasladando de los monopolios extranjeros hacia el conjunto del sector productivo nacional, el Estado y los empresarios nacionales”. El programa buscaba estimular el desarrollo del sector privado nacional para equilibrar el poder económico del capital extranjero y de la naciente “oligarquía nacional industrial y productiva”, que sería la antítesis de la oligarquía agroexportadora, para poder revertir el proceso de desnacionalización y dependencia a partir de la promoción del desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, las cuales actuarían como agentes de cambio y de promoción en numerosos sectores y en determinadas regiones del país. También se buscó compatibilizar la acumulación de capital con una distribución del ingreso más equitativa.
Yo interpreto que el General Perón con Ber Gelbard al frente del Ministerio de Economía buscó quitarle poder económico a la oligarquía. El problema argentino siempre radicó en ese punto. La oligarquía puede perder de forma temporal el poder político pero nunca pierde el poder económico, que en definitiva es el más importante porque lleva a conquistar el primero más allá de las voluntades del pueblo.



El pacto social no se logró a causa de las pujas dentro del mismo movimiento entre el idealismo de izquierda y la ortodoxia reaccionaria.. Además la muerte del General y la falta de un sucesor político que tuviera la representación necesaria para llevar adelante los cambios también fueron condicionantes para un nuevo fracaso a la hora instaurar una democracia popular.
La oligarquía volvió a tomar el poder mediante un golpe cívico-militar e implantó el neoliberalismo en el país de la manera más feroz, atroz e inimaginable. El modelo económico se impuso a través del terrorismo de Estado que asesinó a 30.000 argentinos y argentinas. 
Luego, sucedió el “cambio cíclico” que se produce cuando las dictaduras se vuelven impopulares y la oligarquía las reemplaza con la democracia burguesa pero manteniendo las medidas económicas de saqueo y exclusión impuestas por las dictaduras. El gobierno de Alfonsín, más allá de sus buenas intenciones e intentos, tampoco pudo escapar a eso.




El menemato fue la profundización del modelo económico de la última dictadura genocida disimulado mediante una democracia burguesa con fachada popular que llevó al país al colapso en 2001 luego del fracaso de la primera Alianza Neoliberal Conservadora liderada por uno de los peores títeres al servicio de la oligarquía, el radical Fernando de la Rúa. 




Los 12 años de Néstor y Cristina fueron la continuidad histórica del peronismo y el tercer intento por instaurar una democracia popular. Con defectos y virtudes el kirchnerismo volvió a ejercer el peronismo desde la gestión. Parecía que el tercer intento sería el definitivo y que por fin el peronismo sería de forma permanente "el hecho maldito del país burgués".




Pero en 2015 tuvimos una nueva frustración, la oligarquía que jamás dejo de ostentar el poder económico volvió a conquistar el poder político. Gracias a sus medios hegemónicos de comunicación y la cooptación de la justicia, además de los errores evitables cometidos por nuestro propio espacio, los esbirros del poder real lograron copar nuevamente el Estado y volvieron a instaurar una democracia burguesa que resguarda la impunidad de las clases dominantes oprimiendo "con una escenografía payasesca posmodernista y un relato publicano" a las clases populares. La defensa de los privilegios de clase acomodada se volvió una política de Estado a través de recetas económicas basadas en el ajuste, la redistribución a la inversa de la riqueza, el endeudamiento, la quita de derechos y conquistas y la implantación de un modelo que enriquece aún más a los ricos y empobrece aún más a los pobres. El desgobierno de la segunda parte de la Alianza Neoliberal Conservadora, que a diferencia de la primera versión que tuvo como "presidente" a un empleado del poder real, le otorgó el poder político a uno de los suyos, Mauricio Macri, dejó como resultado tierra arrasada y un marcado retroceso en la calidad institucional. 
La segunda versión de la Alianza volvió a fracasar dejando al país en ruinas, con un nivel de endeudamiento inédito y con un polvorín económico y social que no estalló gracias a las medidas de ayuda social que dejó el peronismo/kirchnerismo.  




El 10/12/2019 todos y todas renovamos las esperanzas y pensamos que comenzaba un nuevo intento de democracia popular. La destrucción macrista y en especial la reciente pandemia de coronavirus nos complicó de manera inimaginada el intento. 
Sigo creyendo que el gobierno de Alberto Fernández tiene la intención de intentar volver a una democracia popular, aunque algunas actitudes como la falta de firmeza que noto en el Gobierno Nacional me hacen dudar, pero aún no dejé de confiar. No puedo dejar de tener en cuenta la situación absolutamente compleja y extraordinaria que estamos viviendo como un condicionante transitorio. Al menos eso quiero creer.




Finalmente y a modo de conclusión voy a insistir con algo que entendí después de años de repasar nuestra historia y de largos debates con admirados y respetados profesores/as en la facultad y con queridos compañeros/as que me enriquecieron con su experiencia militante. Solo se puede conciliar con los que crean en una democracia popular y no con los exponentes de la democracia burguesa. Podemos no estar de acuerdo y hasta pensar diferente pero si tenemos como meta la implementación de esa verdadera democracia, hay posibilidades de una verdadero frente que sirva para enfrentar al adversario oligarca. Con ellos no se puede “concertar”, hay que menguar su poder para que las mayorías populares tengan la posibilidad de salir de la marginalidad, la explotación y puedan volver a sentirse parte del devenir nacional.
El peronismo no pretende que los ricos dejen de serlo, el que invierte de forma productiva tiene derecho a percibir su merecida ganancia y no solo aquellos que apuestan a la especulación. La democracia popular es el mejor sistema para resguardar al sector productivo que es la primera víctima de la democracia burguesa. ¿Cuántas pequeñas y medianas empresas cerraron durante el gobierno de Mauricio Macri? Empresas que son las que cubren la mayor parte de la demanda de empleo en Argentina. 
El peronismo, al contrario de lo que muchos/as piensan, es el gran defensor del sector privado y productivo. Nosotros concebimos al empleo formal como la única posibilidad de movilidad social ascendente y solo la iniciativa privada tiene la capacidad para crear empleo genuino. Concebimos al Estado como aquel que crea las condiciones para que esto sea posible y que ejerza de contención ante las desmesuras del mercado. 

Para finalizar, si queremos llegar a esa realidad necesitamos terminar definitivamente con democracia burguesa y animarnos a "transformar" en vez de conformarnos con reformar lo que la oligarquía “benévolamente” permita
Toda transformación tiene como consecuencia feroces resistencias, sobre todo la de aquellos que no están dispuestos a perder privilegios, pero si realmente queremos un país diferente tenemos que estar dispuestos a enfrentarlos y a dar la batalla ideológica y cultural que haga falta para lograr imponer un sistema que beneficie a todos y todas. 
Espero que aquellos/as a los que voté y que hoy me representan empiecen a encarar esta tarea lo antes posible. Yo no voté reformismo ni “conciliación” con los saqueadores. Tampoco voté a un espacio “social demócrata” que en definitiva es una democracia burguesa edulcorada con asistencialismo, voté transformación, esa que solo puede llevar adelante el peronismo con la ayuda de sectores combativos (que pueden no ser peronistas) pero que también tienen por meta la definitiva instauración de una democracia popular en Argentina.

  

24 comentarios:

  1. Muy bueno tu analisis de las democracias populares,yo vote x lo mismo q votaste vos espero la tranformacion y confio en que este gobierno con Cristina participando lo puede lograr

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  2. Suscribo la totalidad de lo expresado, compañero. Hasta los temores y dudas.

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  3. Exelente, muy bien explicado ✌️ tiene un 10 👏👏👏

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  4. Tano te admiro xq pones en palabras finitas lo que pensamos los peronistas, además hoy no me cuadra que paguen eñ aguinaldo que me dió el general 3n cuatas y, duden en poner impuestos a las grandes riquezas.

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  5. Exelente tu reseña historica politica y doctrinaria, tambien me parece que demostras que hay cosas mas importantes que un bombo y una marcha hermosa pero parece que a muchos solo les interesa eso y el poder pero no la profundidad de la doctrina justicialistas.

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  6. Muy bueno, admirable lo agradable e interesante que haces el analisis.... realmente un placer leerte. Además de coincidir con lo que compartis. Anrazo!

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  7. Coincido. El tema, a mi entender, sigue siendo el pueblo. Sin crecimiento, sin conocimiento de la realidad de los actores, seguirá siendo acarreado x el viento.

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  8. Impecable analisis como siempre !!!! Ojala demos en algun momento continuidad a la emancipacion definitiva !!!Abrazo

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  9. Gracias Tano !!
    Impecable análisis y descripción de la democracia popular que esperamos !!

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  10. Excelente, es lo que pensamos tantos y tantas kumpas, por momentos oscilo entre el entusiasmo y la decepción, el anuncio de la reforma judicial, el impuesto a las grandes fortunas, la reforma tributaria, expropiación de Vicentin me llenaban de alegría, pero a renglón seguido el cambio de discurso, la demora o cajonero de las mismas medida me hacen pensar que mientras sigamos manteniendo el Status Quo vigente la transformación verdadera no se darà y será una democracia formal y reformista más.

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  11. Compañero excelente dónde puedo buscar más publicaciones tuyas

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    1. Excelente publicación Tano, una pieza de estudio histórico y social, reivindicó los postulados del peronismo como único movimiento popular capaz de vencer a la burguesía y volver a un estado con justicia social.

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    2. Excelente publicación Tano, una pieza de estudio histórico y social, reivindicó los postulados del peronismo como único movimiento popular capaz de vencer a la burguesía y volver a un estado con justicia social.

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