“Argentina en los Juegos Olímpicos, la relación entre el deporte y la política”
Muchos/as piensan que es un error mezclar deporte con política, pero en realidad el error es separar ambas cuestiones. El peronismo ha tomado a la cultura, la ciencia, la tecnología y al deporte como políticas de Estado. El deporte amateur, protagonista en los Juegos Olímpicos, necesita imperiosamente del apoyo del Estado para poder desarrollarse.
Las recetas de ajuste impuestas por los desgobiernos oligarcas le han pegado de lleno al deporte y eso se demuestra en el desempeño de nuestros deportistas desde nuestra primera participación en los Juegos de París 1924 hasta los actuales que se están desarrollando en Tokio.
Argentina comenzó su historia Olímpica en París 1924, un año antes se había creado El Comité Olímpico Nacional.
A París viajaron 93 deportistas argentinos (todos hombres) y tuvieron que vivir una odisea para poder llegar a Francia. Tardaron cuatro semanas en atravesar el Atlántico para poder llegar a la cita olímpica.
En su debut olímpico Argentina consiguió una muy buena cosecha de medallas, ganado 1 medalla de oro, 3 de plata y 2 de bronce. Tres de estas seis medallas llegaron gracias al boxeo, un deporte que le siguió dando varias satisfacciones en las siguientes ediciones de los Juegos, pero el primer oro se consiguió de la mano del polo.
En Berlín 1936 se dio un hecho histórico. Fue la primera vez que una mujer representó al país en un juego olímpico, la gran nadadora Jeannette Campbell hizo historia consiguiendo una medalla de plata en los 100 metros libres. Argentina logró 7 medallas, 2 de oro (polo y boxeo), 2 de plata (boxeo y natación) y 3 de bronce (2 en boxeo y 1 en remo)
Con el general Perón en la presidencia llegaron los Juegos de Londres 1948. Fue una participación histórica para el deporte argentino, porque la Revolución Nacional Justicialista promovió deportistas que escribieron páginas gloriosas en nuestra historia olímpica. Nuevamente el boxeo fue el gran protagonista, con aquellas inolvidables medallas doradas ganadas por Pascualito Pérez y Rafael Iglesias. En el recuerdo siempre quedará aquella maratón conquistada por “El Hijo del Viento”, Delfo Cabrera. También fue histórica la medalla de plata que Noemí Simonetto conquistó en salto en largo. Una mujer que al saltar lograba rozar las nubes si se lo proponía.
Argentina ganó 7 medallas, 3 de oro (2 en boxeo y 1 en atletismo), 3 de plata (atletismo, tiro y vela) y 1 de bronce (boxeo).
Helsinki 1952 fue la última buena participación argentina en un juego olímpico. Deberían pasar 52 años para que volviéramos a lograr una medalla de oro. La "malaria", producto de la desidia oligarca, recién terminaría en Atenas 2004. En aquellos juegos en Finlandia, Argentina ganó 5 medallas, 1 de oro (remo), 2 de plata (boxeo y atletismo) y 2 de bronce (boxeo y pesas).
No se lograron medallas en Montreal 1976 y en Los Ángeles 1984. Argentina no participó en los Juegos de Moscú 1980 porque se plegó al boicot político impuesto por Estados Unidos.
Contando Melbourne 1956, Roma 1960, Tokio 1964, México 1968, Múnich 1972, Seúl 1988, Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sidney 2000, Argentina logró 18 medallas, ninguna de oro, 9 de plata (pesas, vela, equitación, remo, tenis, fútbol y hockey femenino) y 9 de bronce (boxeo, remo, vóley masculino, tenis y vela)
El 25 de mayo de 2003 Néstor Kirchner asumió la presidencia y volvió a incluir al deporte dentro de las políticas de Estado. El peronismo volvió a la gestión y las medallas de oro también volvieron a brillar en el pecho de nuestros/as deportistas después de 52 años. Aquello que inició Néstor fue continuado por Cristina a través de la ley 26.573 que creó el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD). Este ente desarrolla políticas de alto rendimiento deportivo que posibilita que nuestros atletas cuenten con los recursos adecuados para entrenarse y capacitarse. Se financia con el cargo del 1% aplicado sobre el abono que las empresas de telefonía celular facturan a sus clientes por los servicios de telecomunicaciones brindados. No hay que olvidar también la excelente labor que desempeñó Claudio Morresi como Secretario de Deportes de la Nación entre el 2004 y el 2014.
En la cuna de los Juegos Olímpicos, Atenas 2004, el fútbol y el básquet lograron la ansiada y postergada presea dorada. Inolvidable la final que el equipo de Bielsa le ganó a Paraguay y los partidazos épicos de la "Generación Dorada" del básquet con Ginóbilli, Oberto, Scola, Nocioni y Wolkowyski derrotando al “Dream Team” y aplastando a Italia en la final por un contundente 84 a 69.
En Pekín 2008 el deporte argentino volvió al dorado brillo de la mano del fútbol con aquel golazo del “Fideo” Di María en la final contra Nigeria y con el ciclismo a través del pedaleo a fondo de Juan Esteban Curuchet y Walter Pérez.
En Londres 2012 logramos otra medalla de oro en taekwondo a través de las piernas de Sebastián Crismanich.
A pesar de la decepción causada por el fútbol, en Río 2016 nuestros/as atletas tuvieron una destacadísima actuación. La enorme “Peque” Pareto logró el oro en judo, Santiago Lange junto a Cecilia Carranza desplegaron la vela de cara al viento para ganar la segunda medalla de oro y “Los Leones” del hockey completaron la trilogía dorada.
Queda claro que el éxito de un/a deportista en un juego olímpico no se puede reducir a una simple cuestión de "talento" y “esfuerzo personal”. Tiene que existir un Estado presente que invierta recursos para que los/as deportistas amateurs puedan competir sin el peso de tener que ganarle a la subsistencia en el intento.
A pesar de años de recorte y desidia por parte de los desgobiernos oligarcas, Argentina es el tercer país hispanohablante con mayor número de medallas (puesto 41). Solos somos superados por Cuba (18) y España (28) en el medallero histórico. En Sudamérica estamos segundos detrás de Brasil (35)
Resto de países de Latinoamérica:
México (47)
Colombia (64)
República Dominicana (77)
Chile (80)
Venezuela (82)
Uruguay (84)
Perú (87)
Puerto Rico (88)
Costa Rica (91)
Ecuador (96)
Panamá (100)
Guatemala (126)
Paraguay (126)
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