La
relación del General Perón con el mundo socialista
La
tercera posición caracterizó a las relaciones exteriores del
peronismo, la premisa fue el no sometimiento a ninguna imposición
imperialista (norteamericana o soviética), y promovió la unidad
regional y la solidaridad entre los pueblos. A eso se abocó el
General Perón, más allá de las diferencias ideológicas que
pudieran existir entre los líderes del mundo.
Su
relación con el mundo socialista es la prueba mas irrefutable de las
inquebrantables convicciones del General y la puesta en práctica de
la tercera posición.
Relación entre Perón, Mao y la
República Popular Democrática de Corea
Carta
de Perón a Mao
Madrid,
15 de julio de 1965
Al
Sr. Presidente Mao Tsetung
Mi
querido Presidente y amigo:
Desde
este difícil exilio, aprovecho la magnífica oportunidad que brinda
el viaje de los jóvenes dirigentes peronistas del MRP, gentilmente
invitados por Uds., para hacerle llegar junto con mi saludo más
fraternal y amistoso, las expresiones de nuestra admiración hacia
Ud., su Gobierno y su Partido; que han sabido llevar a la Nación
China el logro de tantas e importantes victorias, que ya el mundo
capitalista ha comenzado por reconocer y aceptar.
Su
pensamiento y su palabra de Maestro Revolucionario, han calado hondo
en el alma de los pueblos que luchan por liberarse –nosotros entre
ellos– que nos debatimos, en estos últimos diez años, en marchas
y contramarchas propias del proceso de un pueblo, que va preparando
las condiciones más favorables para la lucha final. El Imperialismo
Norteamericano y sus aliados permanentes –entre ellos ahora, los
actuales dirigentes soviéticos– se equivocan cuando piensan que
con el engaño de una falsa coexistencia pacífica podrán detener la
marcha de estos pueblos sedientos de justicia en pos de su
liberación.
El
ejemplo de China Popular, hoy base inconmovible de la Revolución
Mundial, permite a los hombres de las nuevas generaciones prepararse
para la larga lucha con más claridad y firme determinación.
La
acción nefasta del Imperialismo, con la complicidad de las clases
traidoras, han impedido en 1955 que nosotros cumpliéramos la etapa
de la Revolución Democrática a fin de preparar a la clase
trabajadora para la plena y posterior realización de la Revolución
Socialista. Pero, de la derrota de esa fecha, hemos recogido grandes
ejemplos que nos permiten prepararnos con mucha más firmeza, para
que nuestro pueblo pueda tomar el poder y así instaurar la era de
gobierno de los oprimidos –la clase trabajadora– única capaz de
realizar una política de paz y felicidad para nuestro pueblo.
Nuestros objetivos son comunes, por eso me felicito de este contacto
de nuestros luchadores con esa gran realidad que son ustedes.
En
lo fundamental somos coincidentes, y así lo he expresado muchas
veces ante nuestros compañeros, la clase trabajadora y peronista de
Argentina. Quedan los aspectos naturales y propios de nuestros
países, que hacen a sus condiciones socio-económicas, y que
modifican en cierta forma la táctica de lucha.
Los
compañeros portadores sabrán explicar de viva voz nuestros puntos
de vista, y el gran deseo de que la más profunda y sincera de las
amistades se consolide entre nosotros.
Reciba,
querido Presidente, las seguridades de nuestros mejores sentimientos.
Somos confiantes en el triunfo de la justicia y la verdad. Nada ni
nadie podrá detener la hora de los pueblos.
Por
el triunfo de nuestras comunes luchas, por el triunfo y la felicidad
el Pueblo Chino; por la liberación de los pueblos oprimidos, con
toda amistad.
Un
gran abrazo,
Juan
Perón
Viaje
de Isabel a la República Popular China y la RPD de Corea
Cuando
Héctor Cámpora ganó las elecciones en marzo de 1973, el General
Perón decidió entablar relaciones con la República Democrática
Popular de Corea, como parte del proyecto que el General tenía de
promover lazos diplomáticos y tratados comerciales con el mundo
socialista.
El General envió a Isabel a China y luego a la
República Democrática Popular de Corea para que reforzara los lazos
entre nuestro país y dichas naciones.
Isabel llegó a la
República Popular China, invitada por el propio Camarada Mao Tse
Tung, el 8/05/1973. El 14 de mayo fue recibida en Beijing por el
Primer Ministro Chou En Lai.
El 15/05 el Presidente de la
República Democrática de Corea, Kim Il Sung, envió su avión
presidencial a Beijing para que trasladara a Isabel hacia su país.
El 16/05 fue recibida personalmente por el “Presidente Eterno” en
Pyongyang.
La visita a La República Popular China y a la
República Democrática Popular de Corea tuvo el fin de acercar a
estos dos países al gobierno argentino, dado que ambas naciones
compartían con el General la idea de no dejarse someter por ningún
tipo de imperialismo.
La embajadora justicialista tuvo una
excelente recepción en ambos países. En la RDPC fue recibida por
miembros de la Juventud del Partido de los Trabajadores de Corea en
el Palacio de los Pioneros del Pueblo Coreano y fue invitada a cenar
con el presidente Kim Il-sung.
Isabel le regaló al líder de la
RPDC un hermoso mate de plata y un hermoso ejemplar del Martín
Fierro con tapa de cuero. Los regalos se encuentran en el Centro
Internacional de la Amistad, situado en el Monte Myohyang, a tres
horas y media en tren desde Pyongyang hacia el norte del país.
El
viaje fue un verdadero éxito, el 1/06/1973 se establecieron
relaciones formales entre Argentina y la RDPC con la firma de una
declaración conjunta donde, entre otras cosas, se promovería "la
liberación de los pueblos del Tercer Mundo" y se estimularían
"las relaciones de amistad y cooperación en todos los
campos".
La RDPC abrió su embajada en Buenos Aires, estuvo a
cargo de Mun Song-guk y se estableció en la calle Gorostiaga 2115,
en el barrio de Palermo.
Durante 1973 se firmó un convenio
comercial que incluía varios productos: fibras sintéticas, azúcar,
cereales, lanas, algodón, entre otros.
En 1975, siendo ya
presidenta Isabel, fue recibida en la residencia de Olivos una
delegación de niños norcoreanos que le llevaron a la presidenta un
regalo y una carta de Kim Il-sung.
También
interpretaron canciones tradicionales coreanas y de yapa cantaron con
una entonación perfecta la marcha peronista.
Perón
y el Che
Desde ya el Che no tenía demasiadas afinidades
ideológicas con Perón, pero tras su caída le escribió a su madre
gorila: "La caída de Perón me amargó profundamente, no por el
sino por lo que significa para toda América. Estarás contenta,
podrás hablar en todos lados...dijo el Che
Y remato la frase
diciéndole "con la impunidad que te da pertenecer a la clase
del poder".
En 1964 un estrecho colaborador de Perón, el
Gallego Soto, al llegar a la residencia de Puerta de Hierro vio a
Perón rodeado de varios hombres con uniforme verde oliva y con
tupidas barbas.
Se notaba que la pasaban muy bien porque reían a
carcajadas. La reunión estaba motivada en la recaudación de fondos
para movimientos revolucionarios en Latinoamérica.
Había
alguien que permanecía en las sombras vestido de fraile capuchino.
La luz azarosa reveló su identidad...
Se trataba del
mismísimo Che, que venía de una gira por África.
El segundo
encuentro se produjo en 1966 cuando el Che volvió a visitar a Perón
antes de partir hacia Bolivia. Buscaba apoyo del General porque Fidel
había expresado sus dudas sobre el apoyo del PC boliviano. Fidel
tendría razón, Mario Monje boicoteó desde el comienzo el intento
revolucionario del Che por orden de Moscú.
En esta ocasión el
Che estaba casi irreconocible, calvo, afeitado y con anteojos de
marco oscuro y cristales algo ahumados. El Che le contó sus planes
en Bolivia al General que le dijo: "no va a tener éxito".
Cuando el Che se fue, Perón dijo: "Pobre muchacho, lo van a
dejar solo".
El General no se equivocó, al Che lo dejaron
solo en Bolivia teniendo el final conocido por todos.
Perón le
dijo al Che: "Comandante, su asma y esa zona húmeda no son
compatibles, conozco el lugar porque hicimos instrucción militar
ahí. Usted no va a sobrevivir en Bolivia".
Perón finalmente
agregó: "Suspenda ese plan, busque otras variantes, no se
suicide". Luego matearon un rato mientras charlaron un rato más.
Luego Perdón acompañó al Che hasta la calle y se despidieron
muy afectuosamente.
Ambos tenían el mismo enemigo: el
imperialismo.
Ellos no estaban de acuerdo en la metodología y la
estrategia. Perón era pacto social policlasista, el Che creía en el
foco, es decir estallidos insurreccionales que produjeran una
reacción en cadena. Decía el Che: "crear 2 o 3 Vietnam es la
consigna".
Al enterarse de la muerte del Che, Perón
escribió: "Hoy ha caído como un héroe el joven más
extraordinario que ha dado la revolución en Latinoamérica, ha
muerto el Che. Compañeros, he recibido la noticia con profundo
dolor, una pérdida para los pueblos que buscan su liberación".
En
otras cartas Perón analizó las causas del fracaso del Che en
Bolivia y dijo: "Es extraño que un hombre fogueado en la lucha
revolucionaria no se diera cuenta de la situación precaria en medios
y en preparación con los que contaba en Bolivia. No estaban dadas
las condiciones”.
Y continuó: "La guerra de guerrillas,
tiene sus exigencias originales, según sean las condiciones que la
situación presenta. Lo que emprendió el Che en Bolivia era un
suicidio. El Che solo contó con su propio valor, pero eso no es
suficiente a la hora de encarar ese tipo de lucha. Tuvo que enfrentar
a fuerzas regulares entrenadas para repeler ese tipo de lucha que
contaban con apoyo, equipamiento y armamento superior. Se requiere de
apoyo seguro ante esta situación y más aún en un entorno tan
inhóspito como en el que el Che realizó sus operaciones”.
Perón
pensaba que el Che era un tipo brillante pero que estaba del lado
equivocado, lo mismo pensó el Che del General. Cómo sea, no
coincidieron en como hacer la revolución pero ambos se respetaron y
admiraron mucho por ser inmensos símbolos de liberación de los
pueblos oprimidos por el imperialismo.
Perón,
el bloqueo y Fidel
Perón
antes de la asunción de Cámpora le dijo al que sería su futuro
ministro de economía José Bel Gelbard: "Debemos abrir una
agenda de trabajo con los países socialistas, especialmente con Cuba
y China”. Y así lo hizo durante su tercer presidencia. Perón se
atrevió a romper con el bloqueo impuesto por el imperialismo a Cuba.
Se atrevió a desafiar al todopoderoso Estados Unidos en su intento
de ayudar al pueblo cubano.
Cuba
pudo reemplazar la planta industrial de procedencia norteamericana
que había tenido que ser paralizada luego del bloqueo. Esto permitió
mejorar la calidad de vida de los cubanos creando un surtido de
productos y servicios que no estaban disponibles para la población.
Las importaciones argentinas a Cuba fueron vitales.
Y lo más
símbolo de todo es que Perón envió a Cuba productos de marcas
yanquis producidas en Argentina como autos, pick-ups y camiones de
las marcas Ford, Chevrolet y Chrysler. Un verdadero escupitajo en la
cara del imperio.
Carta
de Perón a Fidel
Buenos Aires, 24 de febrero de 1974
Excelentísimo
señor Primer Ministro, República de Cuba, Comandante Fidel Castro
Estimado
amigo:
Justamente hoy se cumplen 28 años del día en que asumí
la primera magistratura del país, dando un paso en la evolución con
un movimiento revolucionario basado en la Justicia Social. Movimiento
que perdura en el tiempo y en el espacio, puesto que nuevamente, pese
a mis años, estamos firmes resolviendo el futuro de nuestra Patria,
buscando salvarla del desastre en que un desgobierno de dieciocho
años la ha sumido.
Al frente de esta misión de amistad, les
envió al amigo señor Gelbard, nuestro ministro de Economía, que
tiene el encargo de darle un fuerte abrazo de mi parte, junto con mis
saludos, y también testimonio del profundo agrado que sentimos por
la apertura práctica entre nuestros pueblos. En todas las clases de
relaciones humanas, la verdadera fraternidad se demuestra no con
palabras sino con hechos fehacientes. Nosotros los justicialistas
tenemos un aforismo que dice: "Mejor que decir es hacer; y mejor
que prometer, es realizar".
¡Cuba y Argentina lo están
demostrando en la práctica!
Las revoluciones no pueden ser
idénticas en todos los países porque tampoco todos los países son
iguales, ni todos los pueblos tienen la misma idiosincrasia. Es
preciso que cada uno actúe dentro de su soberanía con sus propios
métodos.
Pero es indudable que la necesidad de una unidad
latinoamericana será la única posibilidad de libertad real para
nuestro continente. A esta meta debemos concurrir todos de inmediato,
para poder elevar nuestra voz con seguridad y respaldo en el seno de
ese Tercer Mundo que garantizará nuestro desarrollo futuro y la
libertad en lo económico, político y social.
Tanto usted amigo
Fidel, como yo, llevamos muchos años de permanente lucha
revolucionaria. Ello otorga una experiencia invalorable que es
preciso transmitir a la juventud, para evitarle atrasos que se pagan
siempre con dolor y sangre, inútilmente. La pujanza viril de la vida
joven, para rendir verdaderos frutos a la Patria, debe ir acompañada
de la cuota de sabiduría que otorga la experiencia.
La
responsabilidad que pesa sobre nuestros hombres no es ya la de
realizar la revolución que cada uno de nuestros ideales concibe como
lo mejor para su pueblo, sino enseñar a nuestros descendientes a
consolidarla. Para ello, tenemos dos caminos: tiempo o sangre.
Tiempo
sobra. La historia nos enseña cómo los excesos vuelven finalmente a
su cauce habitual.
Sangre, falta. Puesto que somos un continente
descapitalizado, que precisa su puesta en marcha por medio de la
unidad fraternal, donde los intereses individuales sean considerados
y respetados, cuando los mismos no afecten a la comunidad
latinoamericana; y en ese desarrollo necesitaremos aumentar al máximo
los habitantes en el continente.
¡En fin! Todo esto quiere decir
que la tarea no se termina mientras uno viva. Pero bien vale la pena
vivir y morir por un ideal que trasciende a los pueblos.
El señor
Gelbard le contará cómo marchan nuestras cosas y confío en que
todo marchará bien. Reciba un cordial saludo y mi afecto sincero.
¡Un
gran abrazo!
Juan
Perón
Luis Mattini, miembro de la cúpula del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), se dirigió a La Habana a finales de 1973 buscando el apoyo de Fidel.
Mattini
y Fidel se reunieron el 4/01/1974 , hablaron durante varias horas y
finalmente el Comandante le negó el apoyo que buscaba para el
lanzamiento de la guerrilla rural en el monte tucumano, al que el ERP
esperaba convertir en “la Sierra Maestra argentina”.
Fidel le expresó a
Mattini: "Hágale llegar a los compañeros del ERP mi pedido
de que no combatan al gobierno del General Perón porque es un
patriota y uno de los emancipadores más grandes que ha dado América
Latina".
No le hicieron caso.
Cuando el General
Perón entró en la inmortalidad Fidel expresó: “La muerte de Juan
Domingo Perón no sólo es una gran pérdida para el pueblo
argentino, sino para todo el mundo”, sostuvo. Fidel Castro, por su
lado, expresó: “La noticia me hizo mucho daño. Tuve una terrible
sensación de abatimiento y tristeza… siempre será recordado aquí
como un patriota latinoamericano y un amigo de Cuba y de su pueblo”.
Dos
anécdotas para finalizar, en marzo de 1974 el matrimonio Ceasescu
visitó al General Perón de modo oficial, como parte de una gira que
incluyó Guinea y Liberia (el líder socialista rumano siempre tuvo un
especial interés por ayudar a los países africanos en su desarrollo
nacional). El General recibió la gran medalla de “Héroe de la
República Socialista de Rumania”.
En
una ocasión dirigentes argentinos de Vanguardia Comunista viajaron a
Albania para entrevistarse con Enver Hoxha. Luego de un rato de haber
iniciado la entrevista, Enver Hoxha le preguntó a aquellos
dirigentes que se habían definido como “marxistas, leninistas,
maoístas y pro-Albania” ¿Porqué no son peronistas?
Finalizo
con un fragmento de la carta que el General le envió a Fidel que me
parece clave: “Las
revoluciones no pueden ser idénticas en todos los países porque
tampoco todos los países son iguales, ni todos los pueblos tienen la
misma idiosincrasia. Es preciso que cada uno actúe dentro de su
soberanía con sus propios métodos”.
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