sábado, 3 de abril de 2021

El pueblo iluminado

Los árabes, guardianes y precursores de la cultura occidental



La propaganda occidental capitalista divulgada a través de Hollywood caracteriza al mundo árabe e islámico como bárbaro, brutal, incivilizado y antidemocrático. Estas afirmaciones son falacias que tienen por objetivo la justificación del intervencionismo imperialista que busca la depredación de los recursos naturales en el Medio Oriente, en especial el petróleo.

Desde su surgimiento en el año 622 el islam es sinónimo de tolerancia y progreso. El mejor ejemplo fue el Califato de Córdoba del año 929 liderado por el Califa Abderraman III. Dicho califato sería un nuevo amanecer para Europa que desde la caída del Imperio Romano en el 476 estaba sumida en la oscuridad y el caos. Comenzó en la península ibérica musulmana una época de inigualable esplendor. Se convirtió en “la capital del mundo” con más de 500.000 habitantes y en el lugar que congregó los más grandes científicos, filósofos, astrónomos y matemáticos de la época.



Se realizan obras públicas que convierten a
la ciudad en la más importante de Europa tanto por población como por ser el faro cultural y político de referencia. Es la primera ciudad de la península que tuvo pavimentadas sus calles, alumbrado público nocturno y alcantarillado, algo extraordinario teniendo en cuenta la época.

La tradición del califato se basó en la tolerancia, en el coexistieron sin problemas musulmanes, cristianos y judíos, dándose un rico intercambio cultural. De hecho en el califato no existían privilegios para la aristocracia de origen árabe y a la administración pública podían llegar integrantes de las minorías, como era el caso de los cristianos y judíos.

La ciudad contaba con la biblioteca mas grande de todo el occidente en donde había miles de libros, se creé que mas de 400.000 volúmenes, y obras de arte que se incorporaron a la capital del Califato desde Egipto y Bizancio.



La biblioteca de Córdoba llegó a albergar invaluables manuscritos de medicina, álgebra, geometría, astronomía, filosofía y jurisprudencia. Abderraman III fue amigo de científicos y escritores, apoyó la ciencia y la literatura, subvencionando incluso a los más irreverentes poetas. En la gran biblioteca había un taller de copistas, miniaturistas y encuadernadores. Dos de los más famosos copistas de ese taller fueron mujeres. Una era Fátima, que también ejercía como bibliotecaria, e ideó un brillante sistema para clasificar los manuscritos y la otra fue una esclava del Califa, que se llamaba Lubna, que además fue una gran poeta.

Córdoba fue una urbe populosa, multiplicaba como mínimo por diez el tamaño de capitales como París o Londres. Contó con numerosas escuelas en donde se formaba a niños/as pobres, una extendida red de alcantarillado y un gran número de baños y de bibliotecas, tanto públicas como privadas. En sus incontables mercados se podía conseguir sedas, joyas, perfumes y objetos exóticos y suntuosos, difíciles de encontrar fuera de Córdoba.

La obra más importante de Abdarrahman III fue Medina Azahara, símbolo del poder político del Califa. La parte de la mezquita que mira a la ribera del Guadalquivir es la parte más hermosa y de más rica decoración. El mihrab (lugar más sagrado de la mezquita, hacia donde se dirigen las miradas durante el rezo) y la macsura (punto desde el que el califa asistía a la oración), son arquitectónicamente exquisitos, están adornados con hermosos mosaicos realizados por artesanos procedentes de Bizancio.



En el Califato de Córdoba vivió Abbas ibn Firnas, quién fue el primer ser humano que logró volar. Diseñó una especie de aparato alado, similar a un pájaro, que lo hizo volar por unos instantes sobre Córdoba. Se sabe que Leonardo da Vinci se inspiró en su diseño siglos mas tarde.



Se puede decir que la cirugía nació en el Califato de Córdoba cuando alrededor del año 1000 el doctor Al Zahrawi publicó una enciclopedia ilustrada sobre cirugía que fue utilizada en Europa como referencia durante 500 años. Al Zahrawi fue el descubridor de los puntos de sutura autodisolventes para cerrar las heridas, también fue el primero en practicar una cesárea y el primer forceps.



El álgebra fue desarrollado por los árabes. Sus desarrollos se basaron a partir del conocimiento griego a través de manuscritos. Obtuvieron las obras fundamentales de los grandes matemáticos griegos y las tradujeron al árabe. Por ejemplo, los Elementos de Euclides fueron obtenidos de los bizantinos alrededor del año 800 y la obra astronómica de Plolomeo, el Almagesto, a la cual ellos dieron precisamente ese nombre, en el año 827. Los árabes adquirieron el conocimiento de la ciencia griega a partir de dos fuentes. La mayor parte de ella la aprendieron de los griegos del Imperio bizantino, pero también la adquirieron de los cristianos nestorianos de habla siríaca de Persia oriental. Los cristianos nestorianos tradujeron durante los siglos VI y VII un importante número de obras griegas científicas (sobre todo de lógica y de medicina) al siríaco, que había reemplazado al griego como lengua culta en Asia occidental desde el siglo III. Después de la conquista árabe, los cristianos, judíos y otros súbditos de los califas siguieron trabajando en la traducción de textos del siríaco al árabe. Damasco y Bagdad se convirtieron en los centros de trabajo, y ya en el siglo IX se hacían en Bagdad traducciones directas del griego al árabe. En el siglo X casi todos los textos de la ciencia griega que luego se conocieron en Occidente estaban en árabe.



Fueron los árabes los que introdujeron y mejoraron los símbolos del sistema numérico hindú y la notación posicional. También usaron los irracionales de la misma forma que lo hicieron los hindúes. Afirmaron con toda claridad que las razones de magnitudes, conmensurables o inconmensurables, podían ser llamadas números. Resulta interesante, sin embargo, que aunque ellos conocían el uso de los números negativos y sus reglas de operación, introducidas por los hindúes, aún así los rechazaron.

Bagdad fue la capital de la astronomía y las matemáticas. Allí se desarrolló el álgebra, la geometría y las tablas astronómicas. Notables matemáticos árabes como Al Khwarizmi, Ibn Qurra y el persa musulmán Omar Khayyam fueron los pioneros de la aritmética, las ecuaciones y la trigonometría. Estos desarrollos sirvieron también para la construcción de hermosas e inigualables obras arquitectónicas.




En el año 965 en la actual Basora, Irak, nació Ibn al-Haitham quien descubrió que los seres humanos ven gracias a la luz que reflejan los objetos. Antes de su descubrimiento se creía que el ojo humano era el emisor de luz. Este gran físico árabe también descubrió el fenómeno de la “cámara oscura” que explica como el ojo ve imágenes íntegras a causa de las conexiones entre el nervio óptico y el cerebro.

El islam surgido en el corazón del pueblo árabe iluminó al mundo cuando este estaba en penumbras y lo más probable es que si la humanidad no hubiera contado con la contribución de este maravilloso pueblo, aún seguiría en las sombras de la ignorancia y la barbarie.



Fueron los desarrolladores de cosas maravillosas como la astronomía, la aritmética, la óptica, hábiles inventores que alcanzaron el cielo 1000 años antes que los hermanos Wright y los primeros en preocuparse por el cuidado de la salud. Los hospitales como los conocemos hoy en día se crearon en Egipto durante el siglo IX.

También fueron los inventores de algo que es fundamental a la hora de los encuentros, más aún en nuestro país en donde decir “nos encontramos a tomar un café” es parte de nuestra cultura. El primer café se sirvió en Yemen alrededor del siglo IX. A principio se lo utilizó para ayudar a los devotos musulmanes a mantenerse despiertos durante las noches de devoción, luego la bebida fue llevada a Egipto y en el siglo XIII llegó a Turquía. A nosotros/as llegó luego de que un mercader veneciano lo llevó a Italia en el XVI en donde se empezó a hervir sus semillas y se convirtió en la bebida que hoy conocemos.




Un pueblo que sigue iluminando...













9 comentarios:

  1. Gracias!! Me gusta la Historia. Te sigo. Ana de coghlan

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  2. Bellisima e inconmensurable civilizacion..ir a la Alahambra en Sevilla es quedar deslumbrad@ sin parar!!! Bellisimo hilo Amigo querido y contado siempre con tu excelencia! Amo el Islam,Los cuentos de la Alahambra fueron uno de mis libros mas amados de chica, asique GRACIAS SIRMPRE.

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  3. Grandiosa historia y gran pueblo el islámico ¡¡¡ cuna de la civilización y el avance científico y cultural ¡¡¡ te felicito hermano¡¡¡

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