lunes, 25 de abril de 2022

El exterminio como negocio, las empresas que colaboraron con los nazis

 El exterminio como negocio


Las empresas que colaboraron con los nazis





Muchas veces se ha dicho que el capitalismo es un sistema inhumano que solo puede ser viable a través de la cosificación del ser humano. En base a ese criterio, las personas se convierten en desechables y solo son un simple medio para un negocio.

Muchas de las grandes empresas capitalistas, que aún prosperan y que obtienen ilimitadas ganancias, tuvieron beneficiosas relaciones comerciales con los nazis. Se beneficiaron del trabajo esclavo y hasta hicieron un negocio del exterminio humano. Dichas empresas son:


Adidas y Puma  






Los dos hermanos, Adolf “Adi” y Rudolph Dassler, dirigían Dassler Brothers Sports Shoe Company en la ciudad bávara de Herzogenaurach. Aunque ambos fueron dos nazis declarados, decidieron patrocinar a la estrella afroamericana del atletismo Jesse Owens cuando compitió en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, lo que hizo que su calzado deportivo tuviera reconocimiento internacional.

Sin embargo, las disputas comerciales hicieron que la relación de los dos hermanos se volviera cada vez más tensa. Durante un bombardeo de los aliados, Rudolph comentó que "los bastardos sucios están de vuelta" cuando Adi y su esposa llegaron al refugio antibombas en donde el estaba. Seguramente Rudolph se había referido a los aviones aliados, pero Adi pensó que su hermano se refería a él. En represalia, hizo arreglos para que Rudolph fuera enviado al frente y luego planeó que los Aliados arrestaran a su hermano bajo sospecha de trabajar para la Gestapo.

Después de la guerra, la relación entre ambos era irreconciliable y dividieron la compañía en dos. Adi Dassler nombró a su empresa “Adidas” en su honor y Rudolph llamó a la suya “Puma.” Las dos empresas emplearon a muchas personas en el pequeño pueblo, lo que significó que la gente de Herzogenaurach comenzara a formar parte de la disputa entre los hermanos. Muchos negocios locales atendían sólo a personas que pertenecían a uno u otro, e incluso a veces “se prohibía el matrimonio con personas que calzaban los zapatos del enemigo.” Si bien ambas empresas terminaron convirtiéndose en marcas reconocidas internacionalmente, los hermanos siguieron siendo enemigos hasta la eternidad. Fueron enterrados en extremos opuestos del mismo cementerio.


Allianz  






Establecida en Berlín en 1890, Allianz es hoy una de las compañías de seguros más grande del mundo. Durante el Tercer Reich, el director ejecutivo de Allianz, Kurt Schmitt, fue Ministro de economía de Hitler, lo que le aseguró a la empresa jugosos beneficios por su cercana relación con el Führer. Las instalaciones gubernamentales (campos de concentración) y los empleados/as públicos (empleados de los campos de concentración) estaban todos asegurados por Allianz.

Antes del Holocausto muchos judíos habían contratado pólizas de seguro de vida con Allianz, por lo que el exterminio de sus clientes beneficiaron a la empresa que nunca les pagó un seguro de vida.


Bayer y el Zyklon B.  






Bayer pasa a formar parte del conglomerado químico alemán IG Farben en 1925. Durante la Segunda Guerra Mundial, IG Farben empleó mano de obra esclava en los campos de trabajo anexos a los de exterminio, como en Auschwitz o en Mauthausen.

El conglomerado IG Farben era propietario del 42,5 % de la empresa que fabricaba el infame gas venenoso “Zyklon B”, usado en las cámaras de gas de varios campos de exterminio.

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, los Aliados decidieron dividir el conglomerado al ver el nivel de corrupción que había en él y Bayer volvió a ser una empresa por separado.

El directivo de Bayer, Fritz ter Meer, fue condenado a siete años de cárcel en Núremberg y fue llamativamente nombrado “Jefe del Consejo Supervisor de Bayer” tras su liberación en 1956.


BMW  







La automotriz alemana admitió que utilizó alrededor de 30 mil esclavos durante la guerra. Los prisioneros de guerra (en su mayoría soviéticos), trabajadores esclavizados judíos/as y polacos/as prisioneros en los campos de concentración producían motores para la Luftwaffe. La BMW se centró exclusivamente en la fabricación de aviones y motocicletas durante la guerra, fue un destacado proveedor de maquinaria de guerra para los nazis.


Coca Cola  







Esta empresa refrescó a los nazis durante su régimen de terror. Como los ingredientes para la fabricación de la bebida cola, que da a la marca de su nombre, eran difíciles de importar por el bloqueo aliado, al gerente de operaciones en Alemania de la empresa, Max Keith, se le ocurrió inventar Fanta la famosa y aún vigente bebida con sabor a naranja. En 1941 Fanta debutó en el mercado nazi, lo que benefició a Coca Cola con jugosas y “refrescantes” ganancias.

Fanta deriva de una versión abreviada de la palabra alemana “fantasie",que significa "imaginación". 

Después de la guerra Coca Cola relanzó Fanta en Estados Unidos para combatir el auge de Pepsi, que estaba introduciendo muchos tipos nuevos de bebidas en el mercado mientras que Coca-Cola seguía vendido la misma bebida de sabor cola.

En Alemania se lanzó una edición especial de Fanta para conmemorar el 75 aniversario de la bebida. Se generó un escándalo cuando se emitió un comercial de televisión que decía que Fanta pretendía traer de vuelta el "sentimiento de los buenos viejos tiempos", que muchos alemanes escandalizados interpretaron como el dominio nazi.


Chase Bank  



Uno de sus principales accionistas, JD Rockefeller, invirtió directamente en experimentos nazis antes de la guerra. Entre 1936 y 1941, Chase y otros bancos estadounidenses ayudaron a los nazis a recaudar más de 20 millones de dólares de intercambio para operaciones y del cual el banco se quedó con una gran parte. El dinero robado a los judíos/as por los nazis fue depositado en el Chase Bank que también congeló las cuentas de los judíos en la Francia ocupada por los nazis. Un gran negocio basado en un siniestro robo. La "prestigiosa entidad” es hoy conocida con el nombre de JP Morgan.



Coco Chanel  






En varias oportunidades, la famosa modista declaró que “los judíos eran una amenaza bolchevique para Europa.” Durante la ocupación alemana de Francia, Chanel residió en el lujoso Hotel Ritz, alojamiento favorito de las élites de las SS.

Su relación romántica con el oficial alemán Hans Gunther von Dincklag le habría facilitado las cosas en una época en la que corrían malos tiempos para la mayoría de los franceses.

Coco Chanel intentó sacar tajada de la legislación antisemita alemana en materia de expropiaciones para hacerse con el control absoluto de su línea de perfumes, con el fin de despojar a los hermanos judíos Wertheimer de cualquier derecho sobre la exitosa fragancia Chanel nº5, a la que habían contribuido en gran medida. Al terminar la Segunda Guerra Mundial siguió haciendo negocios con empresarios judíos, porque el dinero supera a cualquier “ideología.”

Según el historiador Hals Vaughan, Chanel era una oportunista consumada y una facilitadora al servicio de los nazis.


Ford  







Henry Ford fue un notorio antisemita que publicó de una serie de aberrantes artículos bajo el título “El Judío Internacional.” en donde describía a los/as judíos/as como “El problema más importante del mundo.” Ford patrocinó su propio periódico que utilizó como un pasquín de propaganda en contra de los judíos. En 1938 recibió la “Gran Cruz del Águila Alemana”, la más alta medalla de la Alemania nazi otorgada a ciudadanos extranjeros. En cuanto a su compañía, Ford produjo un tercio de los camiones militarizados utilizados por el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial.


General Electric  







En 1946, General Electric fue multada por el gobierno de Estados Unidos debido a sus actividades durante la Segunda Guerra Mundial. En asociación con Krupp, una empresa alemana, la empresa norteamericana elevó deliberada y artificialmente el precio del carburo de tungsteno, un material que era vital para el mecanizado de metales necesarios para el esfuerzo de guerra.

La multa fue de 36 mil dólares, pero GE ganó alrededor de 1,5 millones de dólares gracias a la maniobra. General Electric también compró acciones de Siemens antes de que estallara la guerra, haciéndolos cómplices en el uso de mano de obra esclava para construir las cámaras de gas.


Hugo Boss  






La famosa empresa dedicada a la moda se benefició del trabajo esclavo durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se encargaba del suministro de uniformes a los nazis. La fábrica del “popular modisto” empleaba a 140 trabajadores polacos y a 40 franceses, todos ellos esclavizados. Inicialmente, la fábrica firmó un contrato para la producción de uniformes de las SA. En 1938 comenzó a confeccionar también uniformes para el ejército e incluso para las Waffen SS, aunque no está totalmente claro si también se encargó del diseño de los propios uniformes.

En 1946 Hugo Boss fue procesado por su participación en el NSDAP, por su apoyo financiero a las SS y por las entregas de uniformes al NSDAP.


IBM  







Una de las principales metas de los nazis fue identificar a los/as judíos para poder exterminarlos.

Buscar entre miles de registros municipales, religiosos y gubernamentales de toda Alemania (y, posteriormente, de toda Europa) era una tarea prácticamente imposible sin la ayuda de un ordenador. A mediados de los 30 aún faltaba mucho para la creación del ordenador personal. Pero si existía una máquina que podía aprovecharse para facilitar el exterminio humano: el sistema de clasificación de tarjetas perforadas de IBM, el precursor del ordenador.

Mediante su filial alemana, IBM hizo de la Solución Final un “objetivo tecnológico” que la empresa conseguiría materializar a gran escala.

La filial alemana de IBM, usando su propio personal y equipamiento, diseñó, ejecutó y le brindó a Adolf Hitler la ayuda necesaria para realizar lo que nunca se había hecho hasta entonces: automatizar el genocidio con precisión matemática.

Más de dos mil máquinas de perforación y clasificación de tarjetas fueron distribuidas por todo el Tercer Reich y varias miles más por el resto de territorios ocupados. En cada campo de concentración se establecieron eficaces departamentos de gestión de tarjetas perforadas que contribuyeron a que el exterminio tuviera una eficacia industrial.


Kodak  







La empresa norteamericana dedicada a la fotografía se vio beneficiada con el trabajo esclavo que los nazis le facilitaron durante Segunda Guerra Mundial. La empresa se benefició de la esclavitud de incontables judíos/as para ahorrar costos y así obtener ganancias que le permitió expandirse a varios países, mientras abastecía al ejército alemán con sus productos. El propio Goebbels utilizó productos Kodak para hacer llegar su propaganda a las masas.


Nestlé  







La empresa suiza se benefició del trabajo esclavo durante la Segunda Guerra Mundial. Las empresas del Grupo Nestlé, que estaban activos en los países controlados por el régimen nazi, emplearon principalmente esclavos/as judíos/as.

Nestlé ayudó a financiar a un partido nazi en Suiza y terminó ganando un lucrativo contrato: suministrar chocolate al ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial.

Los nazis usaron el chocolate de una manera inmunda y aberrante, lo utilizaron para convencer a los/as niños/as judíos/as a subir a los vagones de la muerte que los transportarían a los campos de exterminio. Muy pocos/as saben que se diseñó una “bomba recubierta de chocolate” que supuestamente detonaría segundos después de que se rompiera un trozo de chocolate. Supuestamente la “bomba de chocolate” sería utilizada para matar a la familia real británica.

Los nazis también diseñaron latas de “arvejas explosivas” con el mismo propósito que fueron interceptadas en Irlanda. ¿Que habrá llevado a los nazis a pensar que la realeza británica comía arvejas y que además abrirían personalmente las latas?.

Aún sigue siendo un misterio.


Porsche  






El gran ingeniero Ferdinand Porsche, fue uno de los mayores colaboradores de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Estuvo implicado en la producción de tanques avanzados como el Tiger I, el Tiger II y el Panzer VIII Maus. Fue miembro del NSDAP y Heinrich Himmler le concedió el título de oficial honorario de las SS.

Porsche recibió un contrato por parte del Führer para el diseño de un “coche para el pueblo” (Volkswagen). En 1935, ya estaban terminados los dos primeros prototipos.

Porsche era de origen checo por lo que en 1934 se le concedió la nacionalidad alemana. Como Ferdinand provenía de familia de habla alemana, no hubo grandes problemas para que pudiera formar parte de la “raza superior.”





Random House  




Una de las filiares de la editorial, Bertelsmann, publicó propaganda nazi y literatura como "La esterilización y la eutanasia.” Esa fue la “contribución a la humanidad” hecha por esta editorial.